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En cinco horas o más

Julio Álvarez-Buylla, que disputará el Desafío Islas Cíes, en una competición de la presente temporada.
photo_camera Julio Álvarez-Buylla, que disputará el Desafío Islas Cíes, en una competición de la presente temporada.

El Desafío Islas Cíes es un reto de resistencia para los triatletas cuyo objetivo es terminar

Un triatlón de media distancia es un reto de esfuerzo individual en compañía y de muchas horas de duración. Así lo conciben muchos de los participantes, especialmente aquellos que tienen como único objetivo terminar la prueba, ya sea con dolor, sin él, con calambres, sin ellos, en su mejor marca personal o en la justa para pasar los diferentes controles de paso. Son los que estarán por las cinco o seis horas el domingo en el Desafío Islas Cíes de O Vao. 
Uno de ellos es el entrenador de fútbol y triatleta aficionado Julio Álvarez-Buylla. En 2017 ya completó la prueba y este verano llega a la cita tras hacer un Ironman en As Pontes. "Tenía el entrenamiento para la anterior prueba, pero ésta es en casa y es especial, además de muy bonita", explica. 
Para prepararla utiliza una metodología propia en la que matiza que "hago un entrenamiento al día en el que combino dos de los segmentos. Natación y ciclismo o ciclismo y carrera. No hago doble sesión, supongo que los de mayor nivel sí lo hacen, pero depende mucho de la disponibilidad que tenga cada uno. Personalmente pude dedicarle bastante, pero otros participantes supongo que no tendrán tanto tiempo y tendrán que adaptarse a ello. Eso sí, siempre habrá un mínimo porque son muchas horas y el cuerpo se lleva bastante al límite". En su caso, está a las órdenes de Carlos Adán, su técnico. Él, igual que otros muchos, es uno de los participantes que estarán contentos con finalizar y hacerlo en un registro aceptable. En todo caso, explica que "intento disfrutar de la competición, es una prueba de media distancia en un trazado bonito y lo afronto para pasarlo bien". 
Para Julio Álvarez-Buylla, el Desafío Islas Cíes tiene como sector diferencial el tramo en bicicleta porque "son 90 kilómetros en los que no puedes ir a rueda porque así lo marca la normativa. Se hacen muy largos y la gente aprieta mucho para hacer diferencias. Tienes que llegar bien física y mentalmente para estar a buen nivel". Además, explica que en su caso prefiere la soledad porque "ya entreno en solitario y estoy acostumbrado a ello. Dentro de la prueba, apenas me sirvo de referencias, pero lo que sí ayuda mucho es el público. Los ánimos de la gente son una auténtica inyección de moral, tanto en la bicicleta como en la carrera, en la que vas muy al límite. Además, en ésta normalmente hay bastante gente y son de gran ayuda, es algo que emociona". 
En toda competición de tantas horas, siempre hay momentos duros. Álvarez-Buylla considera que la "bicicleta es la más psicológica y en la carrera vas al límite. Es cierto que en la última vuelta te preguntas muchas veces: ¿qué hago aquí?". 
El domingo será uno de los casi 500 triatletas que afrontarán los 1.900 metros de natación, los 90 kilómetros en bicicleta y la media maratón de carrera. Todo un desafío físico y mental.n

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