Emre Mor recibió ayer el alta médica tras superar el proceso gripal que le impidió acudir a la llamada de la selección de Turquía para sus próximos compromisos internacionales.
El extremo céltico se perdió el partido del pasado domingo contra el Málaga debido a esta enfermedad y se mantuvo en el parte médico del club hasta ayer, aunque desde el martes ya participó en los entrenamientos con sus compañeros en las instalaciones deportivas de A Madroa.
Con el alta en la mano, Mor formó parte ayer del equipo que goleó al Coruxo en el amistoso disputado en el estadio de Balaídos y, como el resto de los jugadores que se han quedado en Vigo durante el parón por los compromisos de las selecciones nacionales, disfruta desde hoy de tres días de descanso, por lo que no volverá al trabajo hasta el próximo lunes.
De esta manera, en el parte médico del Celta quedan ya solamente dos jugadores: Rubén Blanco, que se recupera de una peritendinitis en el tendón de Aquiles izquierdo, y Daniel Wass, aquejado de una hernia discal lumbar.
