fútbol tercera división

El 'hat-trick' de canterano

Rícar persigue el balón en un partido de esta temporada.
photo_camera Rícar persigue el balón en un partido de esta temporada.

El delantero Rícar anotó los tres goles del Choco ante el Arenteiro en Santa Mariña

Tres goles, por primera vez en el equipo sénior y en Tercera División. Casi el sueño de un jugador y también de un club que siempre se esfuerza en formar a jugadores de la cantera que integren las filas del mejor equipo de la entidad. Ricardo Baz 'Rícar' firmó el domingo los tres tantos del Choco en la victoria ante el Arenteiro. Su primer 'hat-trick' en el conjunto de mayores, el que veía entrenar tras finalizar el entrenamiento de cadetes o de juveniles hace unos pocos años. 
Marcos Montes apostó desde el pasado curso por el hábil y veloz delantero. Con calma, sin un exceso de presión, pero con un hueco en la primera plantilla. Jugó de delantero centro o en la banda hasta que la explosión en el remate llegó ante los vecinos del pueblo el domingo. Tres tantos, todos los que convirtió el Choco en el encuentro. "A estas horas aún sigo sin creerme lo sucedido en el partido. Nunca esperas meter tres. Hablando con los compañeros sí que esperaba hacer algún gol, pero no tantos", resumía ayer el atacante redondelano, todavía lleno de felicidad. 
En la presente campaña combinó los encuentros de titular con suplencias e incluso semanas de no entrar en la convocatoria. No obstante, mantuvo la ilusión en cada entrenamiento. Cosas del fútbol. Tras el 'hat-trick', Rícar reconoce que "recibí muchas felicitaciones por los goles, más de las que esperaba. También me felicitó el entrenador, Marcos Montes, y espero que siga confiando en mí". 
Sobre sus sensaciones, reconoce que "me encontré muy bien en el campo, con la confianza del equipo y con ganas. Son días en los que te sale todo. Espero poder seguir contando con minutos y ayudar". 
Sobre el papel, la presencia de Rícar venía determinada para completar una plantilla en la que el veterano e ídolo Pablo Couñago y el joven Antón Escobar tenían que llevar el peso goleador del equipo. Sin embargo, el ex céltico acumuló problemas físicos y Escobar mantiene un buen nivel de juego, pero está algo peleado con el remate. Rícar entró y salió del equipo actuando como referencia en ataque o como extremo hasta la explosión del domingo. 
Como jugador de club y de la casa, además de militar en el primer equipo entrena a conjunto de cantera, prebenjamines y benjamines. Pequeños que comienzan a darle patadas a un balón como también lo hizo el joven delantero hace una década en Santa Mariña. Eran tiempos en los que el Choco estaba lejos de Tercera División. Ahora, tras completar su formación, tuvo un momento de gloria el pasado domingo. Siempre algo que gusta a un jugador de la casa y también a los aficionados. De hecho, Rícar es tan redondelano que alterna el fútbol con trabajos esporádicos en Los Leones, hamburguesería clásica situada en la Plaza de la Constitución.n

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