El escalón fue el segundo

Las jugadoras del Guardés posan al término del partido entre el Granollers y el conjunto del Baixo Miño.
photo_camera Las jugadoras del Guardés posan al término del partido entre el Granollers y el conjunto del Baixo Miño.

El Mecalia Atlético Guardés finaliza la División de Honor con los mismos puntos que el Bera Bera, campeón 

Una dura temporada y una de las resoluciones más amargas. El Mecalia Guardés cierra la campaña en la segunda posición con los mismos puntos que el campeón liguero, el Super Amara Bera Bera. En la jornada final disputada ayer, el conjunto donostiarra mantuvo el liderato al superar al Zuazo (24-28), mientras que el equipo de A Guarda también ganó, en su caso al Granollers (29-30). 
El subcampeonato estaba asegurado para la formación de A Guarda en una tarde en la que jugaba en dos pabellones, uno era el Palau D'Esports de Granollers y el otro el Lasesarrre de Barakaldo. Desde el inicio, las noticias desde tierras vascas no eran buenas porque el Bera Bera tomó el mando del enfrentamiento desde los primeros minutos ante un Zuazo que fue incapaz de plantar cara hasta el tramo final del primer acto. Fue ahí cuando parecía que podía haber partido entre el líder y su oponente. 
Mientras, la escuadra guardesa cumplía en tierras catalanas, pero con un margen estrecho de dos y tres tantos de renta ante un Granollers que se mantenía en el encuentro con opciones de victoria. No terminó de romper el enfrentamiento en el primer acto el Mecalia Guardés. La noche en Cataluña no se presentaba amable. 
Al descanso, el Zuazo ajustó el tanteador en su partido ante el líder y el encuentro alcanzó el intermedio con 12-15. Quedaba cierta esperanza de victoria o empate del conjunto local y por lo tanto, que el título pudiera cambiar de dirección en el último encuentro. La esperanza se debilitó al comienzo del segundo acto, cuando la mejor salida de los vestuarios del Bera Bera incrementó su renta a los seis tantos (12-18). 
Mientras, el Guardés comenzó a sentir el miedo y los fantasmas pasados de esta campaña cuando perdieron en Granollers en la Copa de la Reina. Se acercaba la escuadra catalana en el marcador hasta el punto de poner en cuestión el triunfo de las guardesas. La ventaja se esfumó rápido y José Ignacio Prades tuvo que parar el enfrentamiento con 19-20 en el electrónico. No sirvió de mucho porque las locales continuaron su trayectoria ascendente para ponerse por encima en el tanteador hasta el 22-20. Fue el punto de inflexión en el duelo y sirvió a las de Baixo Miño para volver al partido, que lucharían hasta el final con el cuchillo entre los dientes. Finalmente, con Espiñeira y Doiro como doble central, el equipo de A Guarda solventó el triunfo (29-30). Trabajado, duro y nervioso. 
Mientras, en Lasesarre, el Bera Bera también tuvo que sufrir porque comenzaron a temblar las piernas y los brazos. El Zuazo se puso a tres y después a dos goles. 22-24 y 23-25 ya dentro de los últimos cinco minutos. Y aquí estuvo el balón que terminó por decidir el título. El equipo local tuvo un contraataque para situarse a un tanto y perdió el balón la transición. Fue la acción que culminó el título donostiarra y el subcampeonato guardés. Empate a puntos y muchas lágrimas. Las hubo de alegría para las vascas y de pena para las guardesas. El final de campaña para el conjunto de A Guarda se canalizó en un torrente de emociones entre la pena y las despedidas. Cayeron las lágrimas, especialmente en las jugadoras que no continúan en el equipo como Jenny Gutiérrez, Sol Carratú, Ana Rodrigues o una desconsolada Luciana Mendoza.n 

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