Pase lo que pase es un éxito. Así se podrían definir los compases previos al partido de vuelta de la primera ronda de la fase de ascenso a Segunda B para un Alondras que visita hoy Langreo (17:00) consciente de la dificultad extrema que entraña remontar el 0-3 del partido de ida, disputado el pasado domingo en O Morrazo.
El jarro de agua helada sobre todos los estamentos que rodean al conjunto cangués se ha ido templando con el paso de los días y ahora sobrevuela sobre el equipo de Antonio Fernández la sensación de orgullo por haber llegado hasta aquí y por ello, ocurra lo que ocurra en el estadio de Ganzábal, los futbolistas alondristas solo tienen la obligación de disfrutar de su premio.
Pero disfrutar no significa regalar. Remontar es difícil pero no imposible. El pensamiento está en que si el Langreo fue capaz de ganar 0-3 en Cangas, por qué no va a poder hacer lo mismo el Alondras. Los nervios y la inexperiencia pesaron demasiado en el choque de ida, en el que el conjunto morracense se vio superado por la veteranía del equipo asturiano. Todo eso es pasado y la escuadra rojiblanca tiene todavía menos que perder que hace una semana. Su entrenador, Antonio Fernández, asegura que su equipo saldrá a intentar remontar. Para ello se lleva a todos sus jugadores y solo tiene las dudas de Pardavila y Mauro, que arrastraron molestias físicas toda la semana. Un gol tempranero o una acción inesperada como una expulsión traerían el "quién sabe" al recinto asturiano. Y si no, no importa. La temporada 2017/18 del Alondras ya es para enmarcar.n
