Cabral y Fontás, con un solo año más de contrato, lamentan la situación de Sergi y Jonny
La gran mayoría de los jugadores que tomaron parte ayer en A Toxa en el día de los medios organizado por el Celta no quisieron pronunciarse sobre el caso de Sergi Gómez y Jonny Castro, apartados por el club de la concentración de pretemporada tras no aceptar las ofertas de renovación que se le presentaron. Se limitaron a remitirse a las palabras de Hugo Mallo, capitán celeste, en las que mostró "respeto" por la decisión del club.
Otros dos futbolistas célticos que también terminan contrato el próximo verano, pero que el club no quiso renovar, son Gustavo Cabral y Andreu Fontás. Dos futbolistas con peso en el vestuario que mostraron su pena por la situación pero que no criticaron al club.
Cabral aseguró que lo que se vive estos días es "incómodo y un poco triste porque son compañeros muy queridos en el plantel. Es una situación rara. No me pongo en el lugar de ninguno de los dos, ni de los jugadores ni de la directiva. Pero puedo decir mi sensación: dolido, triste, por el cariño que le tengo a los dos compañeros". Desde la concentración, el central aconseja a los dos apartados "que trabajen, que sigan trabajando, que sé que lo están haciendo. Porque nunca se sabe lo que puede pasar, el fútbol cambia mucho. Tal vez vuelven a entrenar con el grupo, ganan la confianza del entrenador y empiezan a jugar. Ya nos pasó con Orellana, cuando Luis Enrique le dijo que no iba a contar con él y al final fue un jugador clave".
El veterano futbolista evitó mostrarse en desacuerdo con el club. "La directiva tomó una decisión. Tengo entendido que fueron al tema de la renovación y en ese momento no quisieron renovar y por eso se da esta situación. De acuerdo no sé si estamos o no pero yo no me puedo poner en la situación que la directiva estuvo mal porque mis compañeros no han renovado. Son decisiones que se toman. Estamos dolidos pero no es que no estemos de acuerdo con lo que hizo la directiva. Estamos dolidos porque no están. Después, cada uno tendrá su punto de vista sobre esta situación", concluyó.
Una postura muy similar a la de su compañero de puesto Andreu Fontás. "Es una decisión del club. Nosotros tenemos que respetarla. No podemos entrar mucho a valorar. Evidentemente, no nos gusta ver a compañeros jodidos y en esa situación. Pero la decisión es del club, nosotros la respetamos y esperando que se solucione lo mejor posible y lo antes posible", señaló.
En lo personal, ambos apuestan por intentar convencer a Antonio Mohamed, aunque sobre todo Fontás deja la puerta abierta a una posible salida. "Estamos valorando todas las opciones. En ese sentido, estoy muy contento por el trato que he tenido por parte del club. Hemos ido siempre de cara los dos, sabemos las opciones que hay. De momento estoy aquí, estoy centrado en estar aquí y en intentar agradar al míster trabajando muy duro, como uno más. El trato es inmejorable, no hay queja de nada. Estoy entrenando como todos mis compañeros", apunta. De hecho, el ex del Barcelona reconoce que "tengo un año más de contrato y me gustaría estar aquí, siempre lo he dicho. Estoy encantado con el Celta desde siempre. La temporada pasada fue para mí muy rara y bastante dura por la forma en que acabó. Pero nunca se sabe en la vida. Igual este año parto con menos posibilidades al principio y al final por las circunstancias acabo siendo más importante que otros años. De momento estoy aquí, soy uno más y estoy tranquilo".
Lo que no quiere repetir Fontás es un año como el pasado: "Al principio estaba siendo importante y de repente, de un día para otro casi y sin saber muy bien por qué, quedé un poco fuera y apartado. Esa situación no le gusta a nadie. En el mercado se pueden ir viendo y valorando muchas cosas, pero de momento estoy tranquilo".
Por su parte, Cabral anuncia su idea de apurar su contrato y no descarta renovar después. "Mi idea es terminar este año de contrato. Después, si el club decide apostar por una renovación, lo hablaremos. Siempre he renovado en el último momento y no estoy preocupado por la renovación, sino por hacer una buena pretemporada y llevarlo lo mejor posible para que el entrenador confíe en mí y poder demostrarle que puedo estar entre los once", argumenta.
El argentino insiste en que "todavía me queda un año de contrato. Sigo siendo del Celta. Es verdad que la temporada pasada no fue la mejor para mí, en cuando a cantidad de partidos. Pero siempre que viene un entrenador nuevo, sea o no sea argentino, la ilusión es poder estar entre los once". Con todo, sabe que el futuro puede ser distinto a lo que desea: "Cuando llega un mercado, siempre se escuchan cosas. Después, que sean firmes ya es otra cosa. En este momento, mi cabeza está en el Celta".n
