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Desde Bouzas hasta Rufisque

Los jóvenes de Rufisque, en Senegal, disfrutan del material deportivo reunido por los jugadores del Rápido al finalizar la campaña
photo_camera Los jóvenes de Rufisque, en Senegal, disfrutan del material deportivo reunido por los jugadores del Rápido al finalizar la campaña

Roger Bonet juntó al terminar la temporada las botas, guantes y espinilleras del equipo para enviarlas a Senegal 

Desde Bouzas hasta Rufisque, en las afueras de la ciudad de Dakar, capital de Senegal. Un paquete amplio con botas, guantes y espinilleras realizó este viaje en los últimos meses y ahora son utilizadas por niños y niñas futbolistas del país africano. 
La iniciativa partió del futbolista Roger Bonet 'Ruxi', que la pasada campaña militó en el Rápido de Bouzas. Se lo expuso a los compañeros y la acogida superó todas sus expectativas porque "tenía en la cabeza poder juntar una decena de botas al acabar la temporada. Siempre quedan y terminan en la basura y esta era una manera de ayudar. No obstante, al final reuní treinta pares, unos diez de guantes y bastantes espinilleras. Incluso varios compañeros, cuando lo anuncié, me trajeron botas que no tenían uso para que las pudiera llevar". 
La idea de Ruxi llegó porque esta iniciativa ya se realizaba en su club de formación en la localidad catalana de Valls: "Allí tengo un amigo que es de Senegal y siempre viaja en un par de ocasiones al año hasta su lugar de origen. Al finalizar la pasada temporada decidí trasladarlo al Rápido. Reuní todo y se lo di a él, que fue el que gestionó todo el envío hasta Senegal". 
De esta forma, el material deportivo reunido en el vestuario del primer equipo del Rápido de Bouzas llegó hasta Rufisque, en las afueras de Senegal. "Allí, básicamente, juegan descalzos y, con esto, muchos tienen ahora un material bueno con el que poder jugar al fútbol porque, además, las botas que usamos son de gran calidad. Es algo que no nos cuesta nada y con lo que ayudamos a los niños de allí". Ruxi, además, añade que "por la información que tengo, están con el fútbol todo el día y juega casi todo el mundo en el barrio". 
La iniciativa la mantuvo el futbolista dentro de la esfera privada hasta ayer, que colgó unas fotografías en Twitter porque "me enviaron unas veinte o así, pero puse cuatro porque así los compañeros del año pasado podían verlas y comprobar que el material que habían dado estaba en el destino". 
La plantilla boucense del pasado curso firmó una temporada histórica con la quinta posición final gracias a su buena labor sobre el terreno de juego y, como se pudo comprobar en los últimas horas, el grupo también se mostró comprometido fuera de él. Bonet milita ahora en el Formentara de Tercera División donde "la verdad es que estoy muy bien. Después de la lesión quería volver a jugar y lo estoy haciendo y somos candidatos al ascenso. También espero que el Rápido pueda salvar la categoría al terminar la campaña". 
En el aspecto solidaria el jugador afirma que "tengo la idea de repetir esta iniciativa en todos los equipos por los que pase. Como se hacía desde joven en la escuela de fútbol de Valls en la que estuve". Incluso Ruxi, de 23 años, tiene un proyecto en mente más ambicioso que pasa por "realizar algo conjunto más grande, con apoyo de clubs y otros jugadores. No obstante, es algo que se me va de las manos porque es complejo organizarlo, pero sería una iniciativa de gran interés porque podríamos ayudar a muchos niños que lo necesitan. Si pides dinero, la gente no siempre está tan dispuesta, pero esta es una buena forma de ayudar, como se puede comprobar, y encuentro mucha colaboración". 
Si el curso pasado la plantilla del Rápido de Bouzas realizó una temporada histórica con escasos medios, más allá de lo futbolístico también se ganó el respeto con una iniciativa solidaria que desbordó las previsiones del propio impulsor. Un grupo deportivo de gran mérito, pero también un grupo humano que así lo demostró en un equipo humilde como el boucense. Sus botas continúan haciendo historia en Senegal.n

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