Las hermanas Cerqueira, formadas en el Guardés, se enfrentarán el sábado en el derbi
Para mis padres esta semana es un poco complicada. Más para ellos que para mí y mi hermana, porque nosotros tenemos que cumplir en nuestros clubes. Mis padres están sufriendo un poquito". Son palabras de Ana Cerqueria (Caminha, 1990), lateral del Mecalia Atlético Guardés, en los días antes del derbi gallego de División de Honor que la enfrentará con el Porriño y, como consecuencia, a su hermana pequeña Bárbara (Caminha, 1996). De ahí que los progenitores tengan el corazón en un puño.
Porque las dos hermanas llevaban una década compartiendo club en A Guarda, pero la llegada de las angoleñas al equipo del Baixo Miño limitó las plazas de extranjeras y la pivote Bárbara tuvo que buscar una salida. La encontró en Porriño, donde está "muy bien, genial. Fueron diez años en el Guardés. Es mucho tiempo y coges afinidad con el club, pero las oportunidades vienen y hay que aprovecharlas".
La mención a los padres no es baladí. Porque el esfuerzo y la profesionalidad de las dos hermanas viene heredado de su padre, José Joao Rodrigues, futbolista que militó en el Oporto y en las categorías inferiores de la selección portuguesa. Los tres se han pasado la última década cruzando juntos la frontera para que las niñas entrenasen y jugasen al deporte que escogieron y que no tenían en Caminha. Y el derbi de este sábado viene a denotar el cambio de vida de esta temporada, con las hijas en dos equipos distintos y la pequeña haciendo la carrera universitaria en Oporto. "Son muchas horas de coche", reconoce Bárbara; y Ana, que reparte su vida entre Caminha y A Guarda, incide en que "aunque mi hermana y yo estemos en equipos diferentes, nos apoyamos mutuamente. Mi hermana sólo tiene 18 años, está en un equipo nuevo, no tiene carnet de conducir y necesita muchísimo a mi padre. Lo entiendo perfectamente".
Ambas asumen el sacrificio como algo consustancial al difrute en el deporte, como bien les ha enseñado "la persona más importante de mi vida –dice la mayor de la dos–, que es mi padre. Siempre me ha acompañado, me ha dado mucha fuerza. Además, él estuvo en el deporte y sabe lo que es sufrir y entrenar y que esta vida no es fácil, pero si te gusta...".
Y les gusta. Aunque esta semana se sientan extrañas ante la perspectiva de enfrentarse en la pista. "Es la primera vez y claro que hay nervios, pero cada una tiene que defender a su equipo. Es la única opción, no hay otra. Seremos hermanas igual pero…", asume Bárbara. Discurso similar al de Ana, que reconoce la extrañeza porque "llevaba muchos años jugando con ella. Es mi hermana pero dentro del campo es una jugadora más, mi rival y tengo que luchar por mi equipo, como hago siempre".
Puestos a valorar qué puede suceder en el duelo entre un Guardés que es tercero en la tabla a sólo dos puntos de los colíderes y un Porriño que es octavo en una temporada más irregular, las dos asumen la irracionalidad de un derbi. "Es un derbi y puede pasar de todo. Pueden decir que somos favoritas, pero hay que jugarlo y un derbi supone siempre algo más de nervios", advierte la mayor de las Cerqueira, mientras que la pequeña es consciente de que "van terceras y por algo están ahí. Pero nosotras tampoco somos fáciles, así que habrá que jugarlo..".
Ana no oculta que en el vestuario del Guardés se han propuesto no dejar escapar ni un solo punto. Y se muestra ambiciosa al responder contundente a la pregunta de si aspiran a ganar la Liga: "Pues claro. Sí, sí. Entrenamos y trabajamos muchísimo. Este año sí nos planteamos ganar la Liga porque tenemos una plantilla muy amplia y cualquiera damos el nivel. Además, ésta es mi casa. Llevo muchísimos años. Personalmente, aspiro a lo máximo y entreno todos los días para llegar más lejos aún". En el Porriño, desde un punto de vista más comedido en lo clasificatorio, Bárbara tampoco peca de falta de ambición: "Las lesiones nos perjudicaron un poco porque fueron todas muy seguidas. Pero el equipo está muy bien con esta victoria del último fin de semana. Estamos muy motivadas. El objetivo máximo es ganar cada partido y afrontarlo como si fuese el último. Partido a partido". Sin ceder. Es el ADN de las Cerqueira.n
