ROSA SOLIÑO. Fundadora y Presidenta de la asociación Vigo contra el Cáncer

"El deporte ayuda bestialmente a todos los enfermos de cáncer"

Rosa Soliño, flanqueada por el Alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el edil de Deportes, Manel Fernández, en la presentación de la Carrera.
photo_camera Rosa Soliño, flanqueada por el Alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el edil de Deportes, Manel Fernández, en la presentación de la Carrera.

La carrera Vigo contra el Cáncer alcanzará el próximo domingo tras un lustro de éxitos de participación y, por extensión, en las donaciones a la lucha contra esta lacra.

Todo esto habría sido imposible sin Rosa Soliño (Vigo, 1990), que tras una historia de sufrimiento marcada por la enfermedad, decidió poner todo de su parte para ayudar a combatirla. Y lo hizo por medio del deporte.

¿Qué historia hay antes del nacimiento de esta carrera?
Con diez años perdí a mi padre por un cáncer. Me rehíce y tuve una vida normal, pero con 21 años mi madre falleció de un cáncer de nariz. Me quedé huérfana y sinceramente me daba rabia no saber por qué a mi madre le había ocurrido eso porque nadie sabía explicarme la razón. Vigo contra el Cáncer nació a raíz de eso.

Un impulso para echar una mano.
¡Sí! Yo quería ayudar pero no sabía  cómo y tenía claro que sola no podía hacerlo. Por aquel entonces empecé a correr y se me ocurrió que una buena idea sería reunir a muchas personas en esta situación, que quisieran ayudar a un familiar a uno mismo y me dije: hago una carrera y donar todo lo recaudado para la investigación.

Correr como forma de evadirse.
Pues sí. Empecé con una amiga a los 20 años para preparar la Vig Bay y vi que me ayudaba a tener mi momento libre, desconectar un rato y no estar siempre metida en el hospital. 

¿Qué proceso hay desde que surge la idea hasta la primera edición de la carrera?
Mi madre falleció en agosto de 2011.  Tuve un año de asentamiento y de ubicación para intentar acabar mis estudios de ADE. Una vez lo hice en 2013, decidí hacer la carrera.

¿Y cómo lo hizo?
Con dos amigos. Con uno coincidí en la carrera y él se trajo a otro. Entre los tres la organizamos el primer año, en 2013. Echo la vista a atrás y pienso que a dónde iban esos niños. Pero mira, salió bien, con una gran acogida y con más de mil participantes, que son muchísimos.


Desde aquella edición a la del próximo domingo, que será la sexta, ¿cómo ha crecido la carrera?
Ha crecido exponencialmente y la recaudación también. De 5.200 euros que donamos a la Asociación Española Contra el Cáncer en la primera edición hemos pasado a los 43.000 del año pasado. Es verdad que tuvimos la colaboración de distintos eventos y ha sido un gran paso para la carrera, que no deja de ser una vez al año. 

¿Cómo puede ayudar la gente que no participa en la carrera?
Donando. Tenemos huchas de diferentes tipos y el dorsal cero. Los pasos a seguir están detallados en nuestra página web (vigocontraelcancer.es), además de las inscripciones abiertas para la carrera de  diez kilómetros y la de cinco. Todo lo recaudado va para la investigación. Al final todo suma y es bien recibido.


¿Cómo puede ayudar el deporte a las personas enfermas de cáncer?
Bestialmente. Ayuda muchísimo. A salir a la calle a pasear y evadirte un rato de la enfermedad que tienes. Te ayuda en cuanto a salud, porque moverte y tener actividad siempre es bueno para el cuerpo. Es un cúmulo de cosas positivas y todas suman. Para mí no hay ninguna que reste.

¿Le consta que participen corredores que padecen la enfermedad?
Sí. Tanto que la tienen actualmente como que la han superado. Hablo con varios de ellos a menudo. 

¿Qué expectativas de participación tienen este año?
Siempre soy precavida y aspiramos a igualar los 4.000 del año pasado. Con eso me conformo porque significa que estamos haciendo bien las cosas y la gente repite. n
 

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