copa de la reina

Demasiado bonito para morir

Las jugadoras del Guardés celebran la victoria tras el gol de Haridian Rodríguez con el reloj a cero.
photo_camera Las jugadoras del Guardés celebran la victoria tras el gol de Haridian Rodríguez con el reloj a cero.

Haridian Rodríguez mete al Guardés en semifinales de Copa con un gol con el reloj a cero ante el Granollers

Un gol, con el tiempo parado, cuando prácticamente nadie lo esperaba y con el Guardés con la cabeza puesta en la prórroga. Pero Haridian Rodríguez cogió el balón, amagó el tiro alto y se lanzó al suelo para enviar el esférico por el lateral de la barrera hacia el palo más alejado. Botó antes de llegar a la guardameta y se coló hasta el fondo de la portería para incredulidad del Granollers y delirio de las guardesas. Sufrieron uno de esos días en los que recordarán como los más difíciles de sus carreras como deportistas. Desde el primer balón, las distintas jugadoras de José Ignacio Prades comprobaron que no era el día, que las cosas no salían y que ganar el partido ante el Granollers se iba a convertir en una particular tortura de final incierto.
Falló el plan A en defensa del equipo de A Guarda para parar a su rival, con la alemana Laura Steinbach ofreciendo un recital de balonmano. Lo que pasó es que también falló la alternativa, la tercera opción y hasta la cuarta. Antes del descanso, José Ignacio Prades varió cada poco el dibujo y las piezas. Movía las posiciones, cambiaba nombres, pero no encontraba la fórmula.
El Granollers atacaba con sentido y finalizaba bien, mejor de lo esperado, mientras que la mencionada Steinbach condicionaba la defensa, cambiaba movimientos, generaba espacios, ofrecía pases y metía casi todo lo que lanzaba. El descanso reflejaba un 10-14 muy duro para el Guardés.
Tras el intermedio apareció Estela Doiro para ejercer de líder, estrella y casi salvadora de su equipo. Encabezó un parcial de 1-5 para igualar el partido. Al menos, el Guardés no iba a perder sin pelear. El día era malo, no salían las cosas, pero tampoco era cuestión de que el Granollers pudiera vivir un camino de rosas. De morir sería con el cuchillo entre los dientes, pero no era el día de la muerte. Erró mucho el Guardés, pero la equivocación más grande fue catalana.

Granollers: 
Ayelen Rosález (8 paradas); Mireia Torras (1), Judith Vizuete (1), Laura Steinbach (12), Carlota Rubio, Paulina Pérez (6), Jéssica Bonilla, Remei Prat, Lora Sarandeva (1), Miriam González, Ona Vegué, Anna Rojas, Kaba Gassama (3), Anna Pi, Hatou Jabby, Nicole Morais (ps).
Mecalia Atlético Guardés: 
Carratú; Estela Doiro (4), Espiñeira (1), Kurchankova (3), Luciana Mendoza, Inés Hernández (1), Elena Onicas, Ana Isabel Cerqueira (1), Rosa Álvarez (1), Rosario Urban (3), Haridian Rodríguez (5), África Sempere (5), Estela Carrera (ps), Marta Pombal, Xeila Fervenza.
Parciales: 
3-2, 5-5, 8-7, 10-8, 13-9, 14-10 (desc.), 14-13, 17-16, 18-19, 20-20, 22-23, 24-25.
Árbitros: 
Martín Franco y Fernández Fernández. Excluyeron a González, Vizuete, Miriam González; Inés Hernández (2), Haridian (2) y Mendoza.

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