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Los delanteros marcan la diferencia

Iago Aspas escapa de la vigilancia de dos jugadores del Eibar durante el partido disputado a mediodía de ayer en Balaídos.
photo_camera Iago Aspas escapa de la vigilancia de dos jugadores del Eibar durante el partido disputado a mediodía de ayer en Balaídos.

Continúa sin tener la brillantez que mostró en el cambio de año, cuando encadenó cinco partidos sin perder, pero el Celta puso fin ayer a su mala racha de resultados por un simple motivo: Iago Aspas y Maxi Gómez están a años luz de  Kike García, Charles o Inui en calidad y eficacia de cara al gol. Después de una primera parte en la línea de los encuentros con Alavés y Getafe, la entrada de Emre Mor por Pione Sisto tras el descanso permitió al conjunto celeste acercarse con más peligro a la portería de Dmitrovic y dos zarpazos de sus delanteros sentenciaron.

Dos retoques en el once
Lo advirtió ya en la víspera y Juan Carlos Unzué optó por no revolucionar el once después de la pésima imagen ofrecida en Getafe e introdujo solamente dos cambios en el equipo. Cabral regresó a la titularidad en el centro de la zaga, en detrimento de Roncaglia, y Radoja devolvió a Pablo Hernández al banquillo. Así, Lobotka se situó en su puesto habitual de pivote, con el serbio por delante. Por su parte, Mendilibar planteó un 4-4-2 con Kike García y Charles como hombres más adelantados.

El Eibar quiere el balón
Como en anteriores encuentros, el Celta se encontró con un rival que puso muy alta la línea de presión, en el campo celeste, pero el Eibar no se limitó a robar y contragolpear, sino que se adueñó del balón en la primera parte y generó mucho peligro tocando la pelota cerca del área de Rubén. En el minuto 10, el portero céltico detuvo ya un remate de Jordán dentro del área y las llegadas visitantes se sucedieron, aunque por suerte para los de Unzué, los jugadores armeros carecieron de puntería. Especialmente Inui, que remató alto en el área pequeña y completamente solo un balón centrado desde la izquierda.

Concesiones a balón parado
Ante la ofensiva del Eibar, el Celta concedió numerosas acciones a balón parado en la primera mitad entre saques de esquina y faltas laterales. La defensa celeste estuvo muy sólida en ese apartado y apenas concedió remates rivales, aunque en el minuto 34, Paulo pudo abrir el marcador con un cabezazo que se le fue ligeramente desviado.

Lento y previsible
El Celta no supo, una vez más, cómo superar la línea de presión del rival porque se mostró lento y previsible a la hora de generar juego. Solamente en algún balón largo consiguieron los vigueses inquietar a la zaga del Eibar, pero tampoco estuvieron acertados en los últimos metros. Pione Sisto envió dos disparos a las nubes en las mejores ocasiones célticas.

Cambio en el descanso y gol
No es muy habitual que Unzué realice cambios en el descanso, pero ayer vio tan desafortunado a Sisto que lo dejó en los vestuarios en el intermedio y en su lugar salió al campo Emre Mor para tratar de revitalizar la banda izquierda. El Celta tardó sólo diez minutos en rentabilizar la decisión del técnico. En el 55, Jonny y Mor combinaron por la izquierda, el lateral de Matamá ganó la línea de fondo, cedió atrás para el extremo turco y su centro lo envió Iago Aspas a la red con un remate en el primer palo.
Sentencia al contraataque
El tanto celeste obligó al Eibar a atacar todavía más y a tomar riesgos, lo que aprovechó el Celta para recuperar balones y lanzarse con velocidad al contraataque. Así se produjo la sentencia. En el minuto 78, Wass envió un pase para Hugo Mallo a la espalda de la defensa visitante, el lateral vio el desmarque de Maxi Gómez, le entregó la pelota y el uruguayo definió a la perfección con un remate raso. 

Estuvo correcto en general con algún error puntual

Carlos del Cerro Grande realizó ayer en Balaídos un buen trabajo en general, con algún error puntual que no tuvo ninguna incidencia en el resultado del encuentro.
El árbitro madrileño y sus ayudantes acertaron al señalar varias situaciones de fuera de juego de los célticos, la más importante la que supuso la anulación del gol de Sergi Gómez en el minuto 74. El central se encontraba en situación antirreglamentaria al conectar el cabezazo que acabó en la portería de Dmitrovic.
El único error destacado se produjo a los diez minutos de juego, cuando Maxi Gómez fue objeto de una falta en el centro del campo. La acción continuó y terminó con un remate de Jordán dentro del área que Rubén Blanco consiguió atajar.
Del Cerro Grande estuvo comedido en el apartado de las amonestaciones. Por el Celta vieron tarjeta amarilla Radoja y Cabral, que cumplirá partido de sanción al acumular cinco, mientras que por el Eibar se llevaron tarjeta Pape Diop, Cote y Paulo Oliveira. 

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