PACO DOBLAS. Ex delantero del Celta y empresario

"Creo que fuimos el Celta más alegre de toda la historia del club"

Paco Doblas espera que el Celta actual inaugure un ciclo largo en Primera División.
photo_camera Paco Doblas espera que el Celta actual inaugure un ciclo largo en Primera División.

El ex futbolista céltico recibirá un homenaje de la Fundación Mondariz Balneario el próximo día 5 de septiembre

Nacido en Andalucía, formado en Asturias y vigués de adopción, Francisco Doblas Bermejo, Paco Doblas (Córdoba, 1948), vistió durante nueve temporadas la camiseta del Celta –de 1969 a 1978–, equipo con el disputó 127 partidos y marcó 31 goles. Éste es uno de los motivos, no el único, por el que la Fundación Mondariz Balneario rendirá un homenaje al ex delantero céltico el próximo día 5 de septiembre, un acto al que no faltarán sus compañeros de la Agrupación de Antiguos Futbolistas del Celta, entidad que preside, y personalidades de la vida social de la ciudad.

¿A qué se dedica últimamente Paco Doblas?
A lo que me he dedicado en los últimos años. Tengo una empresa que se dedica a suministros médico-quirúrgicos y está dentro de un grupo a nivel nacional y europeo, del cual soy accionista y al mismo tiempo gerente de la zona de Galicia. Además llevo a cabo otras actividades sociales, soy padre, abuelo y varias cosas más.

Llegó al Celta en la temporada 1969/70 y marcó su primer gol en Balaídos ante el Sabadell, ¿recuerda cómo fue?
Sí, perfectamente. Fue un contraataque, me pasó la pelota Lezcano, salió el portero y se la toqué hacia un lado. Una jugada rápida y la recuerdo con mucho cariño porque fue mi primer gol en Primera División y también el primer gol del Celta después de once años fuera de la máxima categoría.

¿Cuál cree que fue su mejor momento como jugador celeste?
Creo que la temporada que entrenamos con (Pedro) Dellacha. En las primeras jornadas estaba entre los mejores goleadores de la Liga y jugué 27 partidos. La forma de entrenar que tenía me venía muy bien porque yo era un futbolista que sufría muchas lesiones fibrilares y su equipo técnico se esmeraba en los cuidados. Eran tiempos diferentes porque sólo teníamos un primer entrenador, un segundo, un masajista y un ayudante de masajista. No existían los fisios ni los preparadores físicos, ni entrenadores de porteros. El cuadro médico era un médico al que acudías cuando tenías una lesión y te decía: tienes una rotura, descansa tantos días y cuando te encuentres bien empiezas a entrenar. Era uno mismo el que decidía si se encontraba bien o mal. Entonces en los entrenamientos siempre estabas bien porque ibas con el freno de mano echado, pero al salir al partido te olvidabas de la lesión y era cuando venían los problemas. No me cuidaba lo suficiente y recaía porque quería jugar y no tenía a nadie que me dijera que no. Sufrí muchas lesiones por desconocimiento de todos y nunca cumplí una temporada espectacular por eso. Salía esporádicamente, me encontraba bien cuatro partidos y de golpe y porrazo me rompía y tenía que volver a ganarme el puesto. Era duro. Creo que si hubiera tenido continuidad, habría sido otra cosa.
Lo peor, entonces, fueron las lesiones…
Sí. Sobre todo la más grave, una triada con desgaste de cartílago a los 26 o 27 años que me obligó a retirarme muy joven. Pero lo más duro fue no poder completar una temporada entera por culpa de las lesiones. Eso sí, cuando volvía, siempre me ganaba el puesto.

¿Por qué decidió quedarse en Vigo una vez terminada su carrera como futbolista?
Antes de retirarme me había casado aquí. Además, ya tenía la intención de quedarme porque me encantaba la ciudad, hice grandes amistades paralelas al fútbol y me integré perfectamente. Antes de acabar con el fútbol monté mi empresa y me quedé en Vigo porque para mí es la mejor ciudad del mundo.

¿Ha cambiado mucho el fútbol desde aquella época?
Sí, yo creo que todo mejora en esta vida, por suerte. Por ejemplo, al final de la pasada temporada fui a comer a un restaurante con un amigo y me encontré a la plantilla del Celta, que estaba almorzando con el dinero de las multas que se ponen, y la mesa de los jugadores era tan grande como la del cuadro técnico y médico. Ahora hay mucha gente alrededor del fútbol, se mima mucho a los jugadores y en cuanto a lo que se ve en el campo, también ha cambiado. Ahora están mejor preparados físicamente y tienen tanta calidad técnica o más que antes.

¿En el vestuario se gastaban bromas o novatadas?
Yo creo que fuimos el Celta más alegre de la historia del club. Viví algunos de los mejores momentos de la entidad porque luego seguí al famoso Celta de Mostovoi, Karpin y compañía, que fue el mejor de la historia, pero era distinto. Nosotros éramos una piña, éramos muy jóvenes y muy allegados unos a otros. Algunos eran de la cantera y otros nos considerábamos también de la cantera, había un gran ambiente y nunca tuvimos problemas entre nosotros. De vez en cuando nos juntamos y nos contamos millones de anécdotas.

¿Cree que el Celta actual puede repetir un ciclo como el que vivieron ustedes, que tuvieron una larga trayectoria en Primera División e incluso se clasificaron para la Copa de la Uefa?
Ojalá, porque lo del equipo ascensor que hemos vivido en los últimos años debería olvidarse. Yo veo a este Celta muy bien y para mí es muy importante que el equipo se mantenga muchos años en Primera División. Siempre he dicho que prefiero un equipo que juegue toda la vida en Primera a tener un equipo campeón y que luego descienda o desaparezca. Ser campeón de algo debe de ser la repera, pero tener un equipo que se mantenga veinte o cuarenta años en la máxima categoría es la repera para la ciudad. Mi ideal seria el Athletic, que nunca ha bajado y algún año suena la flauta y es campeón de Liga.

Como delantero, ¿quién le gusta más, Charles o Larrivey?
A mí Charles me encanta. Es un jugador que sabe muy bien dónde está, se mueve muy bien por su zona y es un buen goleador. De Larrivey no tengo todavía un juicio total, pero por lo poco que lo he visto el año pasado y en esta pretemporada me ha gustado. Incluso creo que pueden jugar juntos porque Larrivey puede ir a la banda derecha. Son totalmente diferentes y me gustan los dos bastante.

Y para la portería, ¿Sergio o Rubén?
Pienso que Sergio debería empezar. Rubén ha demostrado que es un gran portero y que hay que contar con él, pero es más joven y todavía puede esperar. Sergio se está mereciendo una oportunidad.

¿Cómo ve al Celta, más o menos fuerte que la pasada temporada?
Se ha reforzado. El otro día lo vi jugar muy bien contra el Deportivo. No ha perdido la línea que llevaba el año pasado y quizás tiene los puestos más cubiertos. Espero que nos dé muchas alegrías. n

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