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Creación y fútbol unidos para los niños

Jugadores y monitores al término de una actividad en el campus Score.
photo_camera Jugadores y monitores al término de una actividad en el campus Score.

David López y Simone Serasini desarrollaron un concepto de campus deportivo alejado de lo convencional para centrarlo en fomentar la creatividad

Unos ejercicios de técnica individual, desarrollo del disparo y alguna que otra excursión. Desde hace unos años se multiplican los campus deportivos, especialmente en verano, pero la gran mayoría carecen de novedades e innovaciones en los métodos de enseñanza.
Partiendo de esta situación unieron sus fuerzas dos viejos amigos. El director deportivo vigués David López y el creativo Simone Serasini, procedente del mundo de la publicidad y la enseñanza, pero con pasado como futbolista. El balón sirvió de nexo para que ambos pudieran desarrollar un campus centrado en el desarrollo de la creatividad y, en este caso, destinado a los futbolistas en formación porque "aplicamos cosas que pocos entrenadores aplican y, sobre todo, que nunca se hacen con niños. Si a todos los niños los entrenas de esta forma, es más probable que el nivel técnico y futbolístico termine siendo más elevado porque potencias el talento. Es invertir la tendencia. Tenemos una parte de programa para entrenadores que trabajan con jugadores de base. Cuando más jóvenes creo que es mejor", indica Serasini. 
El italiano y el español realizaron su primera prueba práctica en el Campus Score el pasado verano y ya piensan en las próximas experiencias. El creativo explica que "trabajamos sobre la vertiente mental, no sólo la técnica. Un futbolista no tiene que ser bueno únicamente con el balón, sino que mentalmente tiene que tener un pensamiento creativo. Esto le permitirá aceptar el estrés de la competición y asumir mejor la victoria y la derrota. También debe tener una mente abierta al cambio y a las nuevas oportunidades. Así trabajas sobre su estado mental. También tratamos de aplicar la creatividad en los ejercicios. Introducíamos el error o el azar, que son cosas que se tienen que entrenar para aumentar la creatividad mental y la creatividad motriz".
Unos conceptos que pueden resultar excesivamente técnicos o vagos, pero que tienen una plasmación real en "ejercicios lúdicos, pero que sirven para trabajar. Eran ejercicio de asociación, como hacerlo con su equipo, o nombrar entrenadores, también mezclar varios conceptos con dibujos. Con el fútbol, dibujar una bota mezclada con un animal y así salía la bota león. Son algunos ejemplos", indica Serasini y añade que, ya sobre el césped, "partíamos de actividades creativas básicas como lanzar penaltis, pero introduciendo el error, como por ejemplo, tener que tocar con una rodilla en el suelo. Así el portero no la iba a parar, pero iba a ganar velocidad motriz para cuando tuviera que enfrentarse a un penalti en un partido. Gana agilidad, es como entrenar en situaciones extremas. Otra actividad era jugar un partido a cuatro patas, los niños tenían que jugar así y todo esto aumenta la creatividad motriz". 
Por su parte, David López aporta su visión desde el punto de vista de la dirección deportiva y explica que "queríamos cambiar los campus y meter la creatividad en ellos. Hicimos dos grupos e intercalábamos tareas en el vestuario y en el césped. El objetivo es buscar el desarrollo del talento de los niños". Y es que el entrenador añade que "es algo sin explotar, no sólo en el fútbol. La creatividad es importante para todo, es un artículo de lujo en la sociedad. Va orientado a estudiantes de último curso de ingeniería a empresas, pero decidimos meterlo en el deporte. También lo queremos meter en el pádel e, incluso, entrar en el temario de la escuela nacional de entrenadores de fútbol". 
Objetivos ambiciosos, pero que establecen el largo alcance de los métodos de la pareja formada por Serasini y David López. El vigués, desde la óptica pegada al terreno de juego quiere incidir en que "en el fútbol, como quien dice, está todo inventado, pero esto es algo diferente. Creatividad, como el desarrollo de la idea". Por lo tanto, parece que siempre hay un espacio a la innovación y, precisamente, es lo que intentan favorecer con este tipo de técnica.
En cuando al propio desarrollo del campus organizado el pasado verano, David López añade que "los chicos respondieron muy bien y los fidelizamos de tal forma que el próximo año queremos aumentar el número de 30 a 60. Esperamos doblar el número y para ello tenemos que contar con más monitores. Para ellos también supone una novedad y todo el mundo, cuando ve algo nuevo, se sorprende y es algo que llama. Además, no dejan de estar formándose como monitores".
El camino de la particular pareja viguesa-italiana no hizo más que empezar y se desarrollará en los próximos meses y años. Casi de inmediato, tocará otro aspecto determinante como es la evaluación. "Por ahora, con los jóvenes que trabajamos, no puedo decir si mejoraron, lo haré para el año, cuando vuelva. Lo que sí puedo es poner la mano en el fuego porque las actividades mentales tienen eficacia porque ya lo tengo evaluado con estudiantes y con profesionales. Estoy seguro de que mejoran, pero no los estoy siguiendo. En las próximas semanas me pondré en contacto con ellos", indicó Serasini. 
Datos, estadísticas y resultados que darán todavía un impulso mayor a las actividades de creatividad del dúo técnico. Un campo que está llamado a expandirse y que da sus primeros pasos en el fútbol base de la ciudad.n

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