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Y convirtieron el punto final en un punto y aparte

Bajcetic, Atilano, Alemany, Santi Castro, Oubiña, Lago y Salva posan en la sede del Celta. Faltan para la decena Gudelj, Ratkovic y Bermejo.
photo_camera Bajcetic, Atilano, Alemany, Santi Castro, Oubiña, Lago y Salva posan en la sede del Celta. Faltan para la decena Gudelj, Ratkovic y Bermejo.

Diez ex componentes de la primera plantilla del Celta, de muy diferentes edades y procedencias, siguen trabajando en un club con el que se sienten muy identificados

Vestir la camiseta de un equipo como futbolista genera vínculos intangibles con él. Y ni siquiera es preciso ser el que más partidos ha jugado o el que mejores resultados ha logrado. Son lazos sentimentales que, en el caso de diez ex célticos, se han transfigurado en laborales, al trabajar hoy por hoy en el club en diferentes funciones.
Santi Castro, Ricardo Martínez 'Alemany', Alejandro Lago, Atilano Vecino, Milorad Ratkovic, Vlado Gudelj, Luis Carlos Salvador 'Salva', Srdan Bajcetic, Mario Bermejo y Borja Oubiña conforman un grupo de perfil heterogéneo. Los hay que han marcado época pero también otros que jugaron pocos partidos o incluso no llegaron a debutar pese a pertenecer al primer equipo. Hay tres vigueses, tantos como balcánicos, y a ellos se añaden un zamorano, un maño, un santanderino y un mugardés. No hay dos que coincidan en edad, pero sí existen tres grupos generacionales: el de los años 70, el de los 90 –con Atilano de puente– y el más reciente que forman los recién retirados Bermejo y Oubiña. Pero a todos les une su sabiduría futbolística y su identificación con el club.
Tras Santi Castro –que merece capítulo aparte–, el más veterano es Alejandro Lago. Estuvo dos años en el primer equipo celeste tras pasar por el filial, a lo que hay que sumar los 25 que acumula visitando campos ojeando jugadores. "Tras retirarme, vuelvo al club porque me incorpora Félix Carnero y, a la chita callando, casi llevo 25 años. Tuve que ver jugadores para el primer equipo, para el filial. Después, con el paso del tiempo, me afinqué en A Madroa y llevo muchos años viendo muchos niños. Todos los que han ido llegando al primer equipo los seguía yo cuando tenían 10 años: Hugo Mallo, Iago, Mina, David Costas...", narra. Hoy por hoy, también colabora en el plan de tecnificación. Este vigués, que ejerció de centrocampista y suma 63 años, quiere seguir descubriendo futuras estrellas para el Celta. "Me encuentro muy cómodo porque tengo el respeto de todo el mundo. Llevo tantos años ahí que es un modo de vida y hasta que el club lo crea conveniente, lo seguiré haciendo".
Coincidió con él en el vestuario Ricardo Martínez 'Alemany', delegado del Celta B desde hace ya lustros. Pese a no llegar a debutar con el primer equipo celeste –"tenía por delante porteros muy buenos, sobre todo Fenoy"–, este club le quedó marcado a este vigués y años después, "cuando entrenaba a los porteros del Bouzas, Moncho Carnero llevaba al cadete del Celta y me comentó si podía echar una mano". Tal mano se alarga desde hace casi dos décadas. 
Pero no sólo a los ex vigueses les picó el gusanillo céltico. Luis Carlos Salvador 'Salva', zaragozano él, lleva 15 años trabajando en la cantera celeste tras acabar su carrera en el Porriño. "Surgió la llamada del Celta y en 15 años he hecho muchas funciones", señala. Comenzó entrenador y "ahora estoy con labores de seguimiento y captación y de tecnificación".
Este delantero apenas jugó dos temporadas en el Celta, por eso califica su identificación como "algo curioso. Empecé en los alevines del Zaragoza y llegué al primer equipo. 15 años en un club tan representativo como ése. Y creo que ese sentimiento que tuve de cantera surgió también cuando llegué a Vigo, ese vínculo. Tal vez por mi forma de ser y sentir. Además, los dos años que jugué aquí, mis primeros fuera de casa, fueron muy especiales, espectaculares a nivel de equipo y de afición, con la final de Copa. Tengo dos clubes, el Zaragoza y el Celta. Los dos los he mamado y los he vivido".
Mucho más fresco en la retina está el caso de Borja Oubiña, retirado hace dos veranos tras más de una década en el primer equipo. "Mi idea era intentar ver fútbol desde otro perfil, un poco más desde fuera, surgió esta posibilidad de la secretaría técnica y encantado", comenta el vigués.n

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