CELTA-GETAFE

Un comienzo más que feliz

Los jugadores del Celta celebran uno de los tres goles logrados ayer en el exitoso debut liguero ante el celtismo en Balaídos.
photo_camera Los jugadores del Celta celebran uno de los tres goles logrados ayer en el exitoso debut liguero ante el celtismo en Balaídos.

El Celta estrenó la Liga con una convincente victoria ante el Getafe tras un partido con momentos muy lúcidos

El Celta de Berizzo ya gustaba por lo que se intuía de él. Ahora lo hace por lo que ya ha demostrado. Con alguna que otra indecisión, pero con una idea muy clara, el equipo vigués fue claramente superior al Getafe, goleó apoyado en el gran estado de forma de hombres clave como Nolito, Orellana o Krohn-Dehli y se quedó a un tanto de dormir líder en la primera jornada. Un comienzo feliz.
Parece una tontería, pero por mucho que estés acostumbrado a andar, al iniciar cada caminata siempre existe la incertidumbre de no torcerse un tobillo al dar el primer paso. Ese miedo es el que tenía que vencer ayer el Celta, con hechuras de equipo ya desde la pretemporada, y ante la atenta mirada de su afición en Balaídos.
Eduardo Berizzo no sorprendió con el once. Tiró de lo que funcionó en los últimos partidos amistosos, aunque algunas de sus elecciones, no por esperadas, tienen peso. El duelo por la titularidad en la portería lo ha ganado Sergio Álvarez. El de Catoria se siente, por primera vez en su carrera, el primer guardameta de un Celta de Primera División. También trascendente es la apuesta en la punta del ataque por Joaquín Larrivey en detrimento de Charles. El juego de cara, con más acierto hacia la portería en pretemporada, y la velocidad de adaptación a sus compañeros han situado al recién llegado por delante del ariete de referencia del pasado curso, al menos para estos primeros capítulos.
En el resto de los elegidos, mencionar que el lateral que se quedó fuera fue Hugo Mallo, también el que menos tiempo de preparación ha tenido al empezar el curso arrastrando una lesión. Sobre el césped, Jonny en la derecha y Carles Planas –que debutó anoche en la máxima categoría– en la izquierda.
Cabral, Fontás, Krohn-Dehli, Álex López, Nolito y Orellana eran fijos. Y también el canterano Borja Fernández, que debutó con el primer equipo en partido oficial desde la titularidad y en Primera. El vigués notó la responsabilidad y le costó aparecer en la circulación de balón, aunque el equipo sobrevivió bien sin él. Se afanó en intentar controlar al novedoso Sammir, brasileño-croata que dejó en Balaídos detalles de gran calidad y complicó la vida a Borja Fernández en su debut.
Con Berizzo –un entrenador en chándal, a la antiguo usanza– siempre de pie fuera de su banquillo, el equipo celeste quiso ser protagonista desde el primer minuto. Es lo que se le pide desde el palco, desde la dirección técnica y desde la grada. Y es para lo que está diseñada la plantilla. 
Esa filosofia se hace carne, entre otras cuestiones, en la movilidad de los dos interiores. El papel de Álex López y Krohn-Dehli, a la espera de Pablo Hernández, es fundamental. De su capacidad para buscar el desmarque y, a la vez, combinar entre ellos, con Larrivey en punta, con los dos jugadores de banda o con los laterales en sus subidas –más numerosas las de Planas que las de Jonny– depende en gran medida el juego ofensivo celeste, que se presentó en sociedad en Primera con un robo de Planas, con potente disparo de Álex López al larguero. El despeje fue cabeceado en posición forzosa por Larrivey, con suspense, al palo. Y el nuevo rechace lo cazó Orellana, pero no encontró portería en su disparo cruzado.
No se asustó el Getafe. El equipo madrileño, como siempre, maneja un puñado de profesionales del fútbol que conocen su labor al dedillo. Diego Castro formó de mediocentro y su capacidad para combinar y para llegar al área rival fue un arma bien utilizada. Y el descubrimiento Sammir, claro. La presión en campo contrario que caracteriza al Celta, tras esa primera acción de Planas, fue bien controlada por los madrileños. Sin rifar el balón pero sin importarles, tampoco, buscar la referencia del pase largo a Lafita.
Y cuando esa primera presión defensiva no funciona, el Celta sufre. Aunque la primera ocasión madrileña llegó a balón parado, con un cabezazo del mentado Lafita tras una falta colgada casi desde el centro del campo.
Claro está que todas las peleas tácticas no sirven cuando los futbolistas están en estado de gracia. "Cuando el balón esté sobre el césped, todo dependerá de los futbolistas. Y qué bueno que así sea", decía esta semana Berizzo. Y qué bueno que está Nolito.
El gaditano sacó a relucir su pericia goleadora en el minuto 19 para abrir la cuenta celeste esta temporada. Y lo mejor es que su genialidad culminó una gran acción combinativa en el ataque vigués. Orellana, Álex López y Krohn llegaron, con el balón, hasta el área. El centro lo peinó Larrivey de boya y el balón cayó a los pies de un Nolito escorado. En dos segundos, la mala decisión de Guaita de salir de su portería a tapar al céltico fue castigada con un caño que llevó el balón al fondo de la portería.
 Con el marcador a favor, la tranquilidad aumenta. Pero no la relajación. En especial porque el Getafe no lo permitió. Siguió trabajando bien, pese a que cinco minutos después del tanto, Larrivey dispuso de otra clara ocasión tras pase de Álex López, pero Guaita sí ganó esta vez.
Tras el descanso, el Celta volvió a salir con brío. En el repertorio ofensivo, no es la menor de las virtudes la capacidad de Joaquín Larrivey para ejercer de asistente. El argentino encuentra a su compañero en mejor situación con un mero toque. Como el que dejó a Álex solo ante Guaita en el 49, pero el disparo del ferrolano se escapó muy alto.
Era igual. El equipo funcionaba. Se situó en el campo del Getafe y, desde él, controló el juego. Krohn lo probó desde fuera del área un poco antes de que la presión diese sus frutos. Como sucedió en el primer gol, un robo de un lateral inició la acción del segundo tanto. Si antes fue Planas, ahora le tocó a Jonny recuperar. Y si antes fue Nolito el agradecido y brillante finalizador, ahora lo fue Orellana, conduciendo hacia dentro y buscando el ángulo ideal.
Con el marcador encarrilado, a plena luz, aparecieron sombras. Porque la apuesta tiene sus riesgos, asumidos pero reales. Una pérdida propia en campo contrario propició una rápida contra mal defendida por los célticos y el mentado Sammir marcó.
Lo peor es que una receta similar le valió al Getafe para, sólo dos minutos después, crear de nuevo mucho peligro. Borja Fernández le sacó in extremis un remate cantado a Lafita.
Había dudas. Las mató Larrivey. Esta vez le dio la cara a la portería rival y con su potente zancada encontró un gran pase de Nolito que superó a la adelantada defensa del Getafe. Era el minuto 69 y la salida de Guaita no evitó el tercer tanto celeste, el que acababa con la incertidumbre y ponía los tres puntos en los bolsillos célticos.
Justo antes, Berizzo había movido el banquillo, sentando a un cansado Álex López y dando entrada a Augusto Fernández. Quería controlar más el centro del campo y apostó por su compatriota como interior, sabedor de su versatilidad. Y dejó el técnico celeste que el partido siguiese sin tocarlo casi hasta el final, cuando situó en el campo a Radoja y Charles. El choque ya estaba decidido. Y de la mejor manera para el Celta.

Celta :
Sergio Álvarez; Jonny, Cabral, Fontás, Planas; Krohn-Dehli, Borja Fernández (Radoja, min.82), Álex López (Augusto Fernández, min.67); Orellana, Larrivey (Charles min.89) y Nolito.
Getafe:
Guaita; Valera, Alexis (Vigaray, min.46), Rafa, Roberto Lago; Juan Rodríguez (Yoda, min.63),  Diego Castro; Sarabia (Hinestroza, min.63), Sammir, Lafita; y Álvaro Vázquez.
Goles:
1-0, m.19: Nolito; 2-0, m.55: Orellana; 2-1, m.61: Sammir;. 3-1, m.69: Larrivey.
Árbitro:
Melero López (colegio andaluz). Amonestó a Jonny, Nolito, Planas y Orellana, por parte del Celta; y a Alexis, por parte del Getafe.
Incidencias:
Primera jornada de Primera División. Estadio municipal de Balaídos, con 20.416 espectadores en las gradas, según datos del club.

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