La cuantía de las últimas fijadas abre la puerta a la negociación en casos como el de Guidetti
Hasta este mercado veraniego que se avecina, era el mantra que el Celta repetía cada vez que uno de sus futbolistas, más allá de los canteranos, despertaba el interés de algún club: remitir a la cláusula de rescisión. El mayor exponente de dicha política se produjo en el caso Manuel Agudo 'Nolito' con el Barcelona, cerrando la puerta a cualquier tipo de negociación con el club culé por debajo de los 18 millones de euros que marcaba, y todavía marca, la cláusula de rescisión de su contrato. Sin embargo, la norma se relaja a partir de ya, principalmente porque la cuantía de dichas cláusulas se ha disparado desde la pasada campaña.
Así, en las últimas operaciones de compra las cláusulas se han elevado hasta cifras como los 25 millones de John Guidetti y Daniel Wass, los 30 de Iago Aspas o los 40 de Claudio Beauvue. Incluso muchos de los canteranos se han blindado, como Hugo Mallo y Rubén Blanco con sus 20 millones. Ante tal panorama, el propio presidente, Carlos Mouriño, reconcía el pasado martes en Radio Marca que la norma de remitir a la cláusula ya no está en vigor. "Hay casos que sabemos que no será así. Nosotros pasamos una etapa en la que para traer algunos jugadores las cláusulas tenían que ser bajas. Ahora ya estamos poniendo cláusulas más altas y sabemos que muchas de ellas pueden ser negociadas. Pero sin perder el valor que nosotros creamos que debe tener el jugador", explicó el máximo accionista de la entidad de Balaídos.
Uno de esos casos es, sin duda, John Guidetti, que maneja una importante oferta para salir del equipo vigués este mismo verano. El deseo del propio jugador determinará si el Celta se aviene a negociar por un futbolista que el pasado verano llegó a Vigo con la carta de libertad bajo el brazo, lo que convierte en negocio su venta.
El propio jugador señalaba al llegar a Suecia para concentrarse con su selección que, por el momento, prefiere centrarse en la Eurocopa y que después ya pensará sobre su futuro: "Estoy contento en Vigo, pero ya veremos".n
