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El club mantiene su fe en Cardoso y espera el fin de las lesiones

Mouriño siguió el entrenamiento de ayer junto a su nieta.
photo_camera Mouriño siguió el entrenamiento de ayer junto a su nieta.

En la sede de Príncipe hay preocupación, pero no alarma. La situación se asume como delicada, pero hay fe en que este grupo de jugadores, con un par de refuerzos defensivos, y este entrenador, Miguel Cardoso, tienen argumentos sobrados para enmendar el camino andado hasta la fecha.

De hecho, el bajón en el rendimiento del equipo celeste en las últimas jornadas se achaca, en gran medida, a las lesiones de hombres clave para el técnico.
Como muestra de apoyo, el presidente, Carlos Mouriño, y el director general, Antonio Chaves, se personaron ayer en el entrenamiento de A Madroa. "Desde el momento que llegué al club siento un apoyo muy fuerte al trabajo que estoy haciendo", dijo Cardoso.

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