Tal y como estaba previsto, ayer se procedió a cortar al tráfico en las dos direcciones el tramo de la avenida de Citroën entre las calles Val Miñor y Olímpicos. Los automóviles se desvían precisamente por estas dos últimas calles, que tienen doble sentido y, de hecho, Val Miñor se mantendrá así cuando dentro de dos meses se vuelva a abrir la avenida que bordea el estadio de Balaídos por la zona de la grada de Río.
Las obras de este graderío provocan precisamente este cierre. El alcalde, Abel Caballero, explicó que la estructura para sostener la cubierta de la grada se construirá sobre el suelo en seis secciones para después elevarlas. Además, la rotonda provisional entre Val Miñor y Citroën será permanente.