getafe-celta

El Celta tropieza en la misma piedra

Iago Aspas recibe una falta de Cabrera en el partido disputado ayer en el Coliseum Alfonso Pérez.
photo_camera Iago Aspas recibe una falta de Cabrera en el partido disputado ayer en el Coliseum Alfonso Pérez.

El Celta dispuso de casi diez días para preparar el partido contra el Getafe, pero se desplegó sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez como si viera por primera vez al rival azulón. Como ante el Alavés unas semanas antes, el equipo celeste cayó en todas las trampas del conjunto de José Bordalás y mostró una impotencia absoluta que se tradujo en un solo disparo entre los tres palos en todo el encuentro.

El regreso de Pablo Hernández
Después de muchas semanas fuera del once, Pablo Hernández regresó ayer al equipo titular del Celta. Unzué colocó al internacional chileno como pivote y puso por delante a Lobotka, únicos cambios en el conjunto celeste con respecto al anterior partido de Liga, contra el Espanyol. En el Getafe, Cabrera sustituyó en el lateral izquierdo al sancionado Antunes y Bordalás optó por alinear juntos a sus dos delanteros, Jorge Molina, que entró por el japonés Shibasaki, y Ángel Rodríguez.

Un pegajoso y duro Getafe
Como estaba previsto, el Celta trató de llevar la iniciativa en el juego frente a un Getafe defensivo que apenas dejaba tocar a los celestes y que, cuando llegaba con el reglamento en la mano, recurría a las faltas para frenar al rival en cualquier zona del campo. De esta manera, aunque los de Unzué tuvieron la posesión de la pelota, las mejores ocasiones en la primera parte correspondieron a los locales.

Pérdida y gol local
A base de forzar el error en el Celta con una presión asfixiante, el Getafe fue encontrando alguna ocasión de peligro al contraataque. En el minuto 16, Amath remató defectuosamente un balón que llegó dentro del área. En el 34, Rubén evitó con una gran intervención el primer tanto local al detener un duro disparo de Fajr desde la frontal y en el 36 llegó el primer gol de los madrileños. Iago Aspas quiso pasar atrás al primer toque para  Wass pero lo que hizo fue iniciar el contragolpe del Getafe dándole el balón a Amath. Este pasó a Ángel y el delantero se las arregló para eludir a Roncaglia y a Sergi Gómez, que además tocó el balón tras el disparo del getafense y lo ajustó todavía más al poste, imposible para Rubén Blanco.

42 minutos para un remate
La impotencia del Celta en el Coliseum Alfonso Pérez en la primera parte se tradujo en un dato: nada menos que 42 minutos tardó el conjunto celeste en realizar su primer disparo a puerta. Fue un remate de Lobotka desde el borde del área que Guaita desvió a córner.

Segunda pérdida, segundo gol
No mejoró el Celta tras el descanso. En el minuto 59, Lobotka se hizo un lío en el centro del campo, perdió el balón y el Getafe montó otro rápido contraataque que terminó con asistencia de Ángel y gol de Jorge Molina. Era el 2-0 y, aunque quedaban muchos minutos por delante, el choque parecía ya sentenciado.

Doble cambio y debacle celeste
Unzué trató de dar un impulso al equipo dando entrada a Emre Mor y Radoja en sustitución de Pione Sisto y Pablo Hernández, pero lejos de mejorar, el Celta se vino abajo definitivamente. El conjunto vigués quedó a merced de un Getafe que se creció hasta el punto de asediar por momentos la portería de Rubén Blanco. Para terminar de desorganizar el equipo, Juan Carlos Unzué retiró a Roncaglia y  puso sobre el campo a Lucas Boyé. Hugo Mallo pasó al puesto de central y Wass al lateral derecho, pero esos cambios no sólo no mejoraron el ataque céltico, sino que debilitaron su defensa y Ángel aprovechó para redondear la goleada. n

Te puede interesar