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El Celta toma impulso en Anoeta

Maxi Gómez celebra el segundo gol del Celta en Anoeta, marcado por el uruguayo al cabecear un saque de esquina botado por Wass.
photo_camera Maxi Gómez celebra el segundo gol del Celta en Anoeta, marcado por el uruguayo al cabecear un saque de esquina botado por Wass.

El conjunto celeste se sitúa séptimo tras un duelo muy disputado ante la Real Sociedad  que decidieron Aspas y Maxi

El Celta se ha pasado buena parte de la temporada obteniendo menos rédito del merecido sobre el verde. El fútbol no sonreía a los celestes, castigados por su irregularidad en la primera vuelta. Sin embargo, el juego del conjunto de Juan Carlos Unzué ha ganado en consistencia en las últimas jornadas. El equipo ha aprendido a ser práctico cuando los partidos así lo requerían y los resultados han empezado a arropar a los vigueses, a los que también ha acompañado esa pizca de suerte siempre necesaria. El penalti que Willian José estrelló ayer en el larguero con el 1-1 en el luminoso habría sido gol en otra tarde menos afortunada para un Celta que por primera vez remontó un marcador adverso y por primera vez enlazó dos victorias seguidas en esta Liga. El propio Willian José adelantó a la Real Sociedad, pero Iago Aspas empató el partido desde los once metros y Maxi Gómez firmó el definitivo 1-2 a un cuarto de hora del final. Tras sumar tres victorias y un empate en cuatro jornadas, el Celta se aupó ayer a la séptima plaza, que puede valer un puesto en Europa.
Unzué y Eusebio dirigen dos equipos mellizos. Los dos se sienten más cómodos con el balón que sin él, a los dos les gusta combinar, los dos sufren cuando tienen que perseguir a su rival y los dos tienen un puñado de futbolistas de primer nivel. Y sobre todos ellos sobresalieron dos ayer en Anoeta: Odriozola por parte de la Real y Iago Aspas en el bando celeste.
El lateral donostiarra, compañero de selección del moañés, fue un puñal por la banda derecha que casi desangra al Celta. Pione Sisto, en una de sus peores tardes de la temporada, abandonó a su suerte a Jonny y la pareja Odriozola-Xabi Prieto protagonizó las mejores acciones de la Real Sociedad. Por su banda, a fuerza de insistir, llegó el primer gol del partido, antes de que se cumplieran los diez minutos de juego. El Celta había protagonizado los dos primeros disparos del encuentro, pero la escuadra del excéltico Eusebio y el vigués Juan Carlos Andrés envió al fondo de las mallas su primer remate, un inapelable testarazo de Willian José tras un gran servicio de Xabi Prieto.
El 1-0 tranquilizó los ánimos de la hinchada blanquiazul, que había recibido a sus jugadores con algunos silbidos fruto de la mala dinámica del equipo. Pero el Celta no tardó en devolver la inquietud a la grada de Anoeta. Y lo hizo, como suele ser habitual, de la mano de Iago Aspas. El moañés está en el mejor momento de forma de toda su carrera. Es capaz de cambiar la cara de un partido por sí solo y apareciendo en cualquier esquina del terreno de juego. La Real Sociedad no supo frenarlo. Cada vez se entiende mejor con Maxi Gómez y entre ambos generaron una buena oportunidad en el minuto 18 que la zaga donostiarra despejó en el último momento. Poco después, un balón colgado por Pione al área, donde esperaba Hugo Mallo, acabó en una clara mano de Juanmi en su disputa con el marinense. Mateu Lahoz lo vio claro y señaló el punto de penalti. Iago Aspas, que ante el Real Madrid había errado su primer penalti en la máxima categoría, no falló en esta ocasión y engañó a Rulli con un disparo por el centro que supuso el 1-1.
El primer tiempo estuvo repleto de alternativas. De hecho, la Real tuvo una magnífica ocasión para volver a ponerse por delante en el marcador tres minutos después del empate de Aspas. Fue en un nuevo penalti, cometido por Lobotka sobre Canales –también muy claro– y que Willian José estrelló en el larguero con Rubén Blanco ya tendido sobre el verde de Anoeta. La suerte sonreía al Celta en esta ocasión, aunque el conjunto celeste seguía siendo incapaz de frenar las internadas por la derecha del omnipresente Odriozola. Sin embargo, la ocasión más clara antes del descanso la tuvo Pione Sisto, que recogió un servicio perfecto de Iago Aspas y, completamente solo ante Rulli, no pudo superar al meta argentino.
En la segunda parte, al Celta le tocó sufrir. La Real Sociedad era mejor que los vigueses y buscó con empeñó el 2-1, que no supo encontrar. El conjunto de Juan Carlos Unzué supo resistir el acoso donostiarra y el técnico navarro dio con la tecla con su primer cambio. Sacó del terreno de juego a Jozabed –muy desafortunado el andaluz– y dio entrada a Radoja. Con el serbio sobre el terreno de juego –como Roncaglia, otro recuperado para la causa–, el Celta supo controlar el centro del campo y a partir de ahí ganó el partido. Gracias, esta vez, a Maxi Gómez. El uruguayo provocó la falta lanzada por Wass que suposo el primer disparo de los vigueses en la segunda parte. Xabi Prieto envió el balón a córner con el codo. El danés botó el saque de esquina y el gigante uruguayo se encargó de cabecear al fondo de la portería de la Real Sociedad. A partir de ahí, al Celta sólo le quedaba resistir y supo cómo hacerlo. Europa está en su mano.

Real Sociedad:
Rulli; Odriozola, Llorente, Raúl Navas, Kevin; Illarramendi, Zubeldia, Xabi Prieto (Agirretxe, min. 81); Canales (Oyarzabal, min. 60), Juanmi (Januzaj, min. 69), Willian José.
Celta: 
Rubén Blanco; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Roncaglia, Jonny; Lobotka, Wass, Jozabez (Radoja, min. 67);  Iago Aspas, Maxi Gómez (Cabral, min. 87), Pione Sixto (Brais Méndez, min. 77).
Árbitro: 
Mateu Lahoz (valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a Zubeldia, Lobotka y Jozabez.
Goles: 
1-0, min. 9: Willian José; 1-1, min. 20: Iago Aspas, de penalti; 1-2, min. 74: Maxi Gómez.
Incidencias: 
Partido correspondiente a la vigésima jornada de Primera División disputado en Anoeta ante unos 19.000 espectadores.

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