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El Celta pierde su buenaventura

El centrocampista del Celta Krohn-Dehli golpea el balón ante el defensa del Rayo Vallecano Zé Castro, ayer en el estadio de Vallecas.
photo_camera El centrocampista del Celta Krohn-Dehli golpea el balón ante el defensa del Rayo Vallecano Zé Castro, ayer en el estadio de Vallecas.

El conjunto celeste desperdicia numerosas ocasiones ante el Rayo y encaja su primera derrota como visitante

Desde que el Celta vivió hace dos jornadas su mejor momento de la temporada (al menos hasta la fecha) con su histórica victoria sobre el Barcelona (0-1) en el Camp Nou, parece haberle abandonado la buenaventura que le acompañaba en el presente ejercicio. Hace quince días no pasó del empate en Balaídos contra el Granada (0-0) y se quedó sin marcar por primera vez en partido oficial desde el pasado mes de abril, cuando cayó 3-0 precisamente en casa del Rayo. Y ayer, de nuevo en un campo gafado para los celestes como el de Vallecas y tras el tercer parón liguero de la temporada, volvió a quedarse sin ver puerta pese a disponer de numerosas ocasiones y encajó su segunda derrota en Liga, la primera como visitante. El equipo del 'Toto' Berizzo no mereció perder, pero en el mediodía vallecano le abandonó la eficacia de la que hizo gala en las diez primeras jornadas del campeonato y que le disparó hasta las primeras posiciones de la tabla. Ayer tenía en su mano la posibilidad de concluir la jornada en la quinta plaza tras las derrotas el sábado de Málaga y Sevilla, pero el tanto de Bueno a los 19 minutos de partido, su escaso acierto de cara al gol y la falta de esa pizca de fortuna que a veces es determinante –Krohn y Cabral se toparon con la madera– mantienen al Celta en la séptima posición de la tabla y aumentan considerablemente la importancia del duelo del sábado que viene contra el Eibar en Balaídos, choque previo al encuentro de ida de la eliminatoria copera contra la UD Las Palmas y a la visita al Santiago Bernabéu.
El 'virus FIFA' se dejó notar en el once del Celta. Los chilenos Pablo Hernández y Fabián Orellana, que sólo pudieron entrenar dos días con el equipo tras acudir a la llamada de Jorge Sampaoli, empezaron el partido en el banquillo en favor de Álex López y Augusto Fernández. Además, Fontás recuperó su lugar en el eje de la zaga en detrimento de Sergi Gómez, pese al magnífico rendimiento del central de Arenys de Mar en ausencia del gerundense.
Vallecas medía a dos equipos con características similares, pero con matices. Ambos intentan dominar el partido desde la posesión del esférico y para ello apuestan por una presión en posiciones muy avanzadas que dificulta la salida de balón del rival. La pelea por la manija del encuentro marcó los primeros minutos. El Celta resolvió la presión del Rayo abusando de los balones en largo hacia Larrivey, que volvía a la que fue su casa la pasada temporada, mientras que el equipo de Paco Jémez trataba de sacar el balón jugado, casi siempre sin suerte por el excelente trabajo de los vigueses en la presión, con Krohn-Dehli siempre pendiente del ex céltico Roberto Trashorras.
Larrivey, cuya enorme capacidad en el juego aéreo es un recurso de un incalculable valor para el Celta, alivió las dificultades de los vigueses para enlazar con sus hombres de ataque. Suyo fue el primer remate del partido, tras recibir un balón directamente de Sergio. El disparo del argentino, que se marchó desviado, precedió a tres llegadas consecutivas del Rayo que acabarían en el primer y único gol del partido. Trashorras protagonizó la primera oportunidad vallecana al recibir dentro del área un buen servivio de Nacho, pero remató demasiado flojo. Casi de inmediato Kakuta, empezó a complicarle la vida a Jonny –quien sufrió para frenar las acometidas del francés cedido por el Chelsea– con una acción individual que concluyó en un saque de banda del que nació el 1-0. El propio Kakuta recibió el cuero pegado al costado derecho, sacó un centro con la izquierda y Bueno fue el más listo de la clase para sorprender a Sergio con un cabezazo en el primer palo.
Hacía más de un mes que el Celta no se veía en un partido por detrás en el marcador, desde el 1-1 del 18 de octubre en casa del Athletic. Ni siquiera había encajado un gol desde el minuto 4 de aquel duelo en el nuevo San Mamés, cuando Aduriz adelantó a los bilbaínos. Bueno dejó en 373 minutos la racha imbatido del 'Gato de Catoira'.
Pese a la falta de costumbre, a los vigueses no les costó reaccionar. Al contrario, tras el gol del Rayo llegaron posiblemente sus mejores minutos del partido. El conjunto vallecano suavizó su presión y el equipo vigués empezó a encontrar su mejor fútbol. Nolito y Krohn dieron un paso al frente y las ocasiones comenzaron a sucederse.
La primera la desaprovechó Álex López, lejos de su mejor nivel en su regreso a la titularidad, con un remate demasiado suave tras un buen movimiento de Nolito. Tras unos minutos trabados en exceso en los que González González mostró tres de las diez tarjetas que sacaría a lo largo del partido –una a Orellana por protestar, como ya es tradición, pero en esta ocasión desde el banquillo–, el Celta dispuso de tres magníficas oportunidades, dos de ellas en la misma acción. Tras un lanzamiento colocado de Krohn-Dehli desde la frontal del área que se estrelló en el palo, Augusto probó a su compatriota Cristian Álvarez con un potente disparo que desvió el guardameta del Rayo.
Poco antes del intermedio, Larrivey cabeceó fuera por poco un excepcional servicio de falta de Nolito. El Celta estaba desplegando su mejor fútbol, pero le faltaba la eficacia de otras tardes. Eso sí, lo que rara vez hace la escuadra del 'Toto' Berizzo es bajar los brazos. Tras el paso por vestuarios, sin cambios de inicio en ninguno de los dos contendientes, el partido siguió el mismo camino que en los últimos compases de la primera parte. Nolito probó suerte a los tres minutos de la reanudación, Augusto disfrutó de un par de ocasiones poco después y Cabral estrelló un testarazo en el travesaño a la salida de un saque de esquina.
Paco Jémez y Berizzo no tardaron en mover sus respectivos banquillos. El técnico del Rayo cambió a su lateral izquierdo (Quini por Nacho) y dio entrada a Manucho en lugar del goleador Bueno. La presencia del angoleño, de grato recuerdo para la afición celeste por un gol en propia meta cuando era jugador del Valladolid que allanó el camino hacia el ascenso del Celta hace dos años y medio, dio aire al Rayo, que durante unos minutos consiguió traspasar el sufrimiento del área local a la visitante.

Orellana y el 'Tucu'
Pero el conjunto celeste, obligado por el resultado, acabaría retomando el control de la contienda, ya con Orellana y Pablo Hernández en el campo en lugar de Álex López y Augusto Fernández. El Rayo ya había dejado de pelear la posesión y se limitaba a defender su ventaja a la espera de una contra con la que sentenciar la contienda. El equipo de Paco Jémez no acostumbra a especular, pero en esta ocasión supo hacerlo tanto con el balón como sin él, con Baena erigiéndose en un consumado especialista en las pérdidas de tiempo.
Berizzo realizó su último cambio a diez minutos del final, poco después de una bonita combinación entre Nolito y Jonny que culminó con un pase desde la línea de fondo del lateral vigués que Krohn-Dehli no pudo rematar por muy poco. El técnico argentino sacó del campo precisamente al internacional danés y dio entrada a Charles, que posiblemente por sus ganas de agradar y convencer al entrenador ante la falta de oportunidades saltó demasiado excitado al terreno de juego. Prueba de ello es el manotazo en el pecho que acabó propinándole al citado Baena, lo que le costó una tarjeta amarilla.
Nolito, Orellana, Charles, Larrivey... El Celta acabó el partido volcado sobre el área del Rayo, pero sin embargo fue incapaz de crear nuevas ocasiones claras ante la portería de Cristian Álvarez. Por segundo partido consecutivo, el equipo vigués se quedaba sin ver puerta, después de enlazar dieciséis jornadas seguidas (entre la pasada temporada y la actual) marcando al menos un gol.
El equipo de Eduardo Berizzo lo intentó hasta el final, pero los tres puntos se quedaron en casa del Rayo en una suerte de justicia poética horas después de que la plantilla vallecana decidiese ayudar a Carmen, una anciana del barrio desahuciada de la que fue su casa durante medio siglo por avalar a su hijo. Al Celta, mientras, le toca bajar a la tierra (si es que no lo estaba ya) después de sumar un punto de seis posibles en los dos partidos posteriores a su sorprendente e histórica victoria en el Camp Nou. El sábado ante el Eibar tendrá otra oportunidad para volver a volar.

Rayo Vallecano: 
Cristian Álvarez; Tito, Zé Castro, Abdoulaye Ba, Nacho (Quini, min. 55); Raúl Baena, Trashorras; Licá (Aquino, min. 72), Bueno (Manucho, min. 55), Kakuta; y Leo Baptistao.
Celta: 
Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Krohn-Dehli (Charles, min. 79), Álex López (Orellana, min. 55); Augusto Fernández (Pablo Hernández, m.65), Larrivey, Nolito.
Goles: 
1-0, min.19: Bueno.
Árbitro:
González González (castellano-leonés). Amonestó a Nacho (min. 26), Trashorras (min. 41), Licá (min. 42), Tito (min. 50) y Baena (min. 76) por el Rayo y a Orellana (min. 25) –en el banquillo–, Cabral (min. 28), Nolito (min. 45), Charles (min 88) y Augusto Fernández, con el partido finalizado, por el Celta.
Incidencias: 
Partido correspondiente a la duodécima jornada de Primera División disputado en el estadio de Vallecas ante 11.321 espectadores.

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