división de honor juvenil

Los Campos Elíseos en A Madroa

Tras el pitido final, el equipo celebró la consecución del título liguero sobre el césped de A Madroa, donde solo ha perdido un partido este curso.
photo_camera Tras el pitido final, el equipo celebró la consecución del título liguero sobre el césped de A Madroa, donde solo ha perdido un partido este curso.

El Celta se proclamó campeón de Liga tras golear al Pontevedra y cristalizó así su superioridad esta temporada

De principio a fin. Así gobernó el Celta la División de Honor juvenil durante esta temporada. Con la mano de hierro de los grandes capos. Los célticos se pusieron líderes en la jornada 2 y ayer, en la 28, superaron con claridad al Pontevedra en A Madroa y cantaron el alirón. Campeones.  Les servía con un punto tras las tablas que firmó el Sporting ante el Oviedo el sábado, pero dio igual. El equipo celeste disipó cualquier duda cuando rompió a jugar. Y a marcar. Raúl Blanco, Tiago y Álvarez cerraron el título al descanso y la segunda parte no fue más que un trámite al que los granates metieron algo de picante que rápidamente endulzó el cadete Miguel Rodríguez, una de las tantas grandes promesas que deja esta singladura hacia el título. El Celta portó el maillot amarillo durante toda la carrera. Supo sacar ventaja cuando le tocó reír y supo mantenerla cuando le tocó sufrir. El resultado, un grupo campeón y un puñado de jugadores con minutos en el filial y entrenamientos en el primer equipo. Hay futuro.
Y eso que podría pensarse que los nervios ante la cercanía de la meta y las necesidades clasificatorias del rival dificultarían el inicio de partido para los pupilos de Jorge Cuesta. Y más cuando Antón enlazó un nudo en la garganta de toda la parroquia celeste al poco de empezar. El atacante visitante le robó la cartera a Álvaro, que dejó muy corto su intento de cesión a Raúl. Fue entonces cuando el portero del Celta se hizo gigante y echó el telón a su portería para salir vencedor del mano a mano con una pierna salvadora.
El susto, lejos de paralizar al Celta, lo activó. Una dosis justa de miedo es el acicate perfecto para entender que nada se consigue quedándose parado. Hay que ir hacia adelante. Y el equipo celeste -que así lo lleva haciendo todo el curso- se aplicó el cuento y pasó a dominar con absoluta autoridad el partido. Miguel y Tiago se hicieron dueños y señores del partido y de su manantial de fútbol brotaron tres goles con sabor a título de Liga. El primero llegó tras un pase profundo filtrado del capitán céltico para Álvarez, que ganó línea de fondo y puso el pase de la muerte para Raúl Blanco, que cristalizó en gol su improvisada posición de delantero centro en ausencia de Lauti de León.
El Celta había quitado el tapón. Ahora solo quedaba dejar fluir su torrente de juego ante un equipo totalmente superado y dejar que los goles cayesen de forma natural. Tiago subió el segundo al marcador con un buen disparo desde la frontal a pase de Álvarez. Más tarde, tras varios intentos errados, llegó una oda al fútbol de posición en forma de gran gol de Álvarez. El balón fue de lado a lado, avanzando metros en cada pase, generando superioridades en cada combinación. Así, hasta que Miguel se encontró en la frontal, levantó la cabeza y metió un globo en forma de asistencia que el extremo céltico empaló con la zurda a la red. Golazo de campeones.
Si por algo ha destacado este Celta es por su funcionamiento colectivo por encima de rendimientos individuales. Ayer faltaron seis titulares pero el equipo carburó igual. Un ejemplo, el cadete Miguel Rodríguez, que definió en un mano a mano el cuarto y definitivo gol y neutralizó cualquier atisbo de sorpresa tras el tanto del visitante Otero. Los 23 minutos que quedaban fuera una espera por el pitido final, que desató la fiesta.

Celta: 
Raúl (Nacho, min. 70); Mario, Ivi, Carlos, Álvaro (Willy, min. 70); Tiago, Miguel; Álvarez, Aldán, Martín (Pablo, min. 61); y Raúl Blanco (Miguel Rodríguez, min. 56)
Pontevedra: 
Dadín; Rivas (Besada, min. 62), Óscar, Martín, Luis (Brais, min. 49); Racho, Garrido; Yohannes (Javi, min. 46), Antón (Patiño, min. 74), Otero; y Samu.
Goles: 
1-0, min. 19: Raúl Blanco; 2-0, min. 29: Tiago; 3-0, min. 40: Álvarez; 3-1, min. 54: Otero; 4-1, min. 67: Miguel Rodríguez. 
Árbitro: 
Extremadura Hernández (Vigo). Sin amonestaciones.
Incidencias: 
Partido de la jornada 28 del grupo 1 de División de Honor juvenil disputado en las instalaciones deportivas de A Madroa ante 800 espectadores.

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