piragüismo

En busca de buena compañía

El tomiñés Roi Rodríguez fue uno de los acompañantes probados para Marcus Cooper, Cristian Toro y Saúl Craviotto en el K4.
photo_camera El tomiñés Roi Rodríguez fue uno de los acompañantes probados para Marcus Cooper, Cristian Toro y Saúl Craviotto en el K4.

La Española diseña los barcos hacia Tokio con un K4 con tres oros olímpicos y acento gallego

Falta muchísimo para los Juegos Olímpicos de Tokio pero el piragüismo gallego y español, acostumbrados a engordar el medallero en tales citas, ya están diseñando el ciclo partiendo de un presente de gran nivel y un futuro prometedor. En las dos pasadas semanas, la Federación Española congregó en Sevilla a los equipos absolutos y sub-23 y, además de a realizar entrenamientos de nivel y a favorecer el contacto de técnicos y palistas, dedicó el tiempo a probar diferentes barcos colectivos en K2 y K4.
Es en esta última faceta en la que las fotografías colgadas por los propios deportistas en las redes sociales han empezado a poner los dientes largos. Especialmente, en el caso del K4 500, por la confluencia sobre una misma embarcación de tres oros olímpicos en Río: Saúl Craviotto, Marcus Cooper y el gallego Cristian Toro. Junto a ellos, entre las combinaciones probadas algunas llamativas para el piragüismo gallego como el cangués Rodrigo Germade –que ya acudió en esta misma embarcación a los últimos Juegos junto a, entre otros, el tudense Óscar Carrera– o el tomiñés Roi Rodríguez, todavía en su último año de sub-23 pero que por resultados se ha ganado pensar ya en clave sénior.
"Es gente a la que ya conozco y para mí son amigos y, a la vez, rivales. Pero sí que ilusiona verse en un K4 con gente así. En cualquier caso, aún es temprano para saber cuál combinación funciona y cuál no. Obviamente, un barco con tres medallistas olímpicos es muy fácil que funcione pero queda tiempo para determinarlo", explica Roi, pasando unos días en casa antes de regresar este fin de semana a Sevilla para el Campeonato de España. La Federación ha establecido que sus técnicos determinen, en base a la concentración ya realizada y a otras dos próximas, qué dos K4 acudirán a las Copas del Mundo. Y la que mejor salga de tal prueba, será la elegida para el Europeo y, en principio, para el Mundial.
Por lo tanto, hay tiempo. Pero no demasiado, como advierte Roi Rodríguez. "Es importante ir contando en los proyectos porque, por ejemplo, el K4 para los Juegos de Río se diseñó ya en el primer año del ciclo", apunta el tomiñés, quien, en cualquier caso, de inicio tiene claro que su apuesta es el K1 1.000.
Porque los pasos a seguir en cada embarcación son diferentes. Así, el K4 es la única que no tendrá selectivo abierto, algo que sí sucederá en K2 –embarcaciones en las que también se está probando a los principales palistas gallegos– y en K1. En esta prueba individual, de hecho, habrá dos, uno de cara a las citas de la Copa del Mundo –a las que irán dos barcos– y al Europeo –uno–; y otro, ya en verano, de cara al Mundial.
"Mi objetivo principal es el K1 y los barcos de grupo son el plan B. Porque en el K1 hay muchísimo nivel e igualdad y es complicado hacerse con la plaza para Europeos y Mundiales. De hecho, en los tres últimos años cada selectivo lo ha ganado un palista distinto", narra Roi. Eso sí, en absoluto renuncia a competir por ser uno de los dos elegidos en una temporada que inicia "con muchas ganas".
Hasta la fecha, el tomiñés nacido en Vigo está satisfecho de cómo le están yendo las cosas en este 2017. "Hemos tenido la suerte de escapar del frío con sendas concentraciones en México y Sevilla y creo que eso repercutirá de forma importante en la preparación. Este fin de semana toca el Campeonato de España de invierno, que será un buen punto de partida para saber dónce estamos", explica. Porque el camino hacia Tokio, aunque se diseñe desde ya, hay que ir asfaltándolo en el día a día. Habrá tiempo para ver en qué compañía.n 

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