La quinta edición en Meirande avanza con nuevos personajes. El Concello de Redondela asume la dirección de la celebración
El 23 de octubre de 1702 la flota de guerra anglo-holandesa hundió a otra combinada hispano-francesa compuesta en su mayoría por buques de transporte que habían llegado a la Ría de Vigo para desembarcar el mayor cargamento de plata de la historia. La parte que le correspondía al Rey Felipe V -el retatarabuelo del actual monarca- pudo ser bajada a tierra y transportada hasta el Alcázar de Segovia, mientras que la mercancía privada seguía en las bodegas y fue la que se llevaron los ingleses, aunque dos de los galeones que hicieron presa se fueron a pique, uno de ellos cerca de Cíes. Ahí estaría el tesoro, si es que alguna vez hubo uno.
El otro tesoro son los pecios hundidos en la Ensenada de San Simón y el Estrecho de Rande, donde ayer la asociación de vecinos y el Concello de Redondela celebró la quinta edición de la conmemoración del trágico episodio, una fiesta histórica que ya parece consolidada. Por la mañana se celebró la dramatización del desembarco en Meirande, este año con una nueva directiva en la organización vecinal del evento, así que como explicó la concejala Teresa París, “la colaboración se nos hizo más estrecha”.
El programa incluyó desde una representación hasta el hundimiento de los galeones en el mar, un mercadillo y otras actividades. Porque la idea, contaba París, es que esta fiesta sea cada vez mejor y con mayor interés, "corrigiendo detalles y más rigurosa para que sea una fiesta de interés histórico al menos en Galicia". Señaló que no va a ser multitudinaria, "porque no podemos meter más de un millar de personas en la zona", una fiesta cuidada y bonita, porque lo que sucedió en 1702 fue una tragedia para Redondela y toda la Ría pero queremos que tenga la consideración para Galicia y se intentará de cara al futuro, ya estamos con las bases para ello", indicó la concejala. La Batalla de Rande tiene unos 25.000 euros de presupuesto y cuenta con 40 personas vestidas para actuar, cinco de ellos profesionales y el resto vecinos.
