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Balaídos se vacía a la espera de la campaña de abonados

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photo_camera La afición apoyó al equipo en la recién terminada temporada, pero la asistencia a Balaídos descendió.

El Celta no relaciona la asistencia con los precios pese al porcentaje de ocupación (58,07%)

La asistencia a Balaidos sigue cuesta abajo temporada tras temporada desde hace tres cursos. Pese a la comunión habida esta campaña entre el equipo y el celtismo, con noches de gloria que quedarán para el recuerdo, la tendencia en la afluencia de aficionados al recinto municipal es preocupante, tanto en números totales como relativos y tanto de por sí como en comparación con el resto de los conjuntos de Primera División.
Mientras tanto, estos días el club planifica la que será su campaña de abonados de cara a la próxima temporada. A la espera de que la hagan pública, no es de esperar una variación sustancial en la política, más allá de adecuarla a una campaña en la que el equipo ya no participará en competición europea. Y no es de esperar en base a las reiteradas declaraciones del presidente, Carlos Mouriño, achacando únicamente el declive de la asistencia de público a Balaídos a las notorias incomodidades que presenta el estadio.
En Praza de España nunca han relacionado su política de precios con la asistencia a Balaídos. Ni tan siquiera cuando hubo fuerte contestación social a las campañas de abonados, rectificando incluso en ocasiones una primera propuesta. El pasado verano, fue Maruxa Magdalena Seoane, responsable de márketing de la entidad, la encargada de presentarla en una comparecencia –la única pública que ha realizado hasta la fecha en solitario– en la que quedó claro la asunción de los criterios de la Liga para el reparto de dinero, en los que se tiene en cuenta –según explicaron– no el número de socios, sino el monto de los ingresos.
Mientras, los números cantan la desafección del celtismo, tal vez no con el equipo, pero sí con la liturgia de acudir a presenciar los partidos. Según datos de la Liga, recogidos por "Deportes y Finanzas", el Celta es el segundo peor equipo de Primera en cuanto a tanto por ciento de ocupación de su estadio. Su 58,07% sólo es empeorado por el 49,70% del Espanyol. Cierto es que circunstancias como la vivida esta temporada con la grada de Gol, conveniada con el Concello pero que nunca pudo ser ocupada por razones fiscales, inciden en este porcentaje, pero no lo es menos que el núnero total de asistentes también es preocupante.
Así, la asistencia media a Balaídos en los partidos ligueros esta temporada ha sido de 16.840 personas. Una cifra que sitúa al equipo vigués en el décimo quinto puesto de la Liga, superando sólo a equipos de localidades más pequeñas –en algunos casos, mucho más– y con estadios con menor capacidad: Alavés, Granada, Osasuna, Leganés y Eibar. La tendencia debería cambiar en la campaña 17/18.

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