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Balaídos se ilusiona con el Celta

Los jugadores del Celta celebran el primer gol de anoche, logrado por Santi Mina en una brillante acción personal.
photo_camera Los jugadores del Celta celebran el primer gol de anoche, logrado por Santi Mina en una brillante acción personal.

El equipo vigués fue muy superior al Cagliari y ganó el Memorial Quinocho con fases de brillo lideradas por Orellana

Que el Celta de Berizzo ilusiona es incuestionable. Porque cuando no está brillante sigue siendo sólido y cuando brilla -el punto de forma de Orellana y Nolito asombra-, deslumbra. Ayer se llevó el Memorial Quinocho y el corazón de los 7.000 aficionados en Balaídos porque fue muy superior a un Cagliari incluso amable en la derrota por goleada. 
Nada que ver la intensidad del arranque de partido ayer ante el Cagliari con la del pasado miércoles con el Deportivo enfrente. El Celta quería ganar ante los suyos, pero Eduardo Berizzo apostó por un once muy diferente al de los dos últimos amistosos, en los que tan buena imagen había dado el equipo. Eso sí, tal decisión permitió seguir desde el principio al último fichaje, Nemanja Radoja, sobre el césped.
Era el atractivo principal y el serbio lo sabía. Apareció mucho y casi siempre bien en los primeros minutos. Sus compañeros lo buscaban con el balón y él buscaba el balón cuando era el Cagliari quien lo tenía. Haciéndolo todo fácil, arriesgando poco o nada en los pases y pendiente de guardar la posición en el momento de la presión.
Porque el equipo celeste, aunque menos intenso que en anteriores ocasiones, mantuvo la apuesta de presionar muy arriba a un rival al que se le notó su menor rodaje. Más, sobre todo, cuando a los seis minutos ya había abierto el marcador en una acción personal, dibujando un disparo de fuera a dentro con la derecha partiendo desde la banda zurda e internándose en el área. Es en ese espacio, el área, donde el canterano se siente vivo. Ayer lo buscó con ansia porque todavía necesita encontrarse en esta pretemporada. El tanto debe servirle de acicate, como le sirvió ayer al equipo, que en los seis minutos siguientes acumuló otras dos ocasiones gracias a su control total del juego. Charles -otro que ayer buscaba reivindicarse ante la dura competencia que este año tendrá con Larrivey- y Sergi Gómez erraron y el marcador no se movió.
Las porterías presenciaron los siguientes minutos de fútbol sin participar. El Celta siguió con sus ejercicios tácticos de pretemporada con buena nota. Posesión, intercambio de pases entre los centrocampistas -Nemanja asegurando, Álex arriesgando más sin demasiada suerte y Madinda empujando hacia delante-, Augusto -que debutó esta campaña- y Mina encarando por bandas y el ambidiestro Jonny muy activo en el lateral izquierdo.
Del Cagliari, poco o nada. Defensa e intentos infructuosos de superar la presión celeste con pases largos a las bandas. Sólo le funcionó en un par de ocasiones en la recta final de la primera parte: en la primera, Rubén debió cortar el centro desde la derecha que acabó en nada; en la segunda, el canterano paró bien un disparo desde el borde del área.
Tras el descanso, Berizzo cambió a cinco jugadores. Y ellos cambiaron el partido. La grada, hasta entonces entretenida, comenzó a divertirse. Porque con Krohn-Dehli, Orellana y Nolito en el campo, el Celta, hoy por hoy, juega mejor. Porque el chileno y el gaditano otorgan una movilidad en los desmarques y una calidad en el uno contra uno que anoche desarboló al Cagliari.
Cierto es que el tiro de gracia al conjunto italiano -que ni faltas cometía- y al partido se lo dio Cabral nada más salir del vestuario al cabecear un saque de esquina sacado por Orellana. Fue el bocinazo de salida a unos minutos ya no de control céltico, sino de superioridad inmensa sobre el rival. Se gustaron los mentados Orellana y Nolito, cada uno con un gol -el del chileno de penalti- y debió hacerlo Charles. El brasileño volvió a ser importante en la triangulación y en la pelea, pero erró dos mano a mano con el meta italiano.
El Cagliari sacó la cabeza a través de un par de cabalgadas del zancudo colombiano Ibarbo, que se encontró con los reflejos de Rubén en las más clara. Y con un cabezazo de Ceppitelli al larguero un rato después. Al menos dos muestras de que estuvo sobre el campo ante un nuevo Celta que ilusiona en pretemporada. Llega lo serio.

Celta:
Rubén, Hugo Mallo (David Costas, min.76), Sergi Gómez, Fontás (Cabral, min.46), Jonny (Planas, min.46), Radoja (Borja Fernández, min.62), Álex López (Kronh-Dehli, min.46), Madinda (Jordan, min.70), Augusto (Orellana, min.46), Santi Mina (Nolito, min.46) y Charles (Larrivey, min.70).
Cagliari:
Colombi, Crisetig, Cossu, Avelar, Capello, Pisano, Farias, Ekdal, Sau Ceppitelli y Capuano. También jugaron Balzano,Murru, Ibarbo, Longo, Donsah y Cragno.
Goles:
1-0, m.6: Santi Mina; 2-0, m.46: Cabral; 3-0, m.58:  Orellana, de penalti; 4-0, m.59: Nolito.
Árbitro:
Iglesias Villanueva (colegio gallego). Expulsó con tarjeta roja directa al local Cabral (min.88).
Incidencias:
XIX edición del Memorial Quinocho. Estadio municipal de Balaídos, con 7.153 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por  el ex jugador Ángel Suárez 'Panocha' y de los ex abonados Fernando González  y José Rodríguez Da Silva.

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