Berto y Samuel, dos jóvenes celtistas, viajan a Járkov vía Varsovia para estrenarse en Europa
Tienen 21 y 22 años de celtismo y un ya amplio currículum como celtistas pese a su juventud. Pero a su historial le falta una muesca europea. Por eso no podían dejar pasar la oportunidad de acompañar al equipo mañana en Járkov en el encuentro de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa ante el Shakhtar Donetsk. Pese a lo complicado de las fechas, los seis aviones, el frío o la guerra en Ucrania. Berto Carballo y Samuel Rivas vivirán su primera experiencia continental con el equipo de sus amores. Valdrá la pena.
A estos dos señeros componentes de la peña Preferencia Celeste les quemaba por dentro no tener el pasaporte internacional céltico. Fijos en Balaídos y asiduos a los desplazamientos por territorio nacional, las circunstancias les impidieron aprovechar la fase de grupos para perder tal virginidad celeste. Por eso, antes del sorteo de dieciseisavos, se conjuraron para acompañar al equipo fuese a donde fuese. De inicio, eran más en la conjura; cuando el sorteo deparó al Shakhtar como rival, sólo quedaron ellos dos.
Para evitar arrepentimientos y buscar mejores ofertas, cerraron el vuelo que hoy (19:00) los llevará de Oporto a Varsovia hace dos meses. Porque, por entonces, se esperaba que el encuentro se disputase en Lviv, localidad cercana a la frontera entre Ucrania y Polonia, y un coche de alquiler uniría ciudades y abarataría costes. Pero el Shakhtar decidió cambiar de estadio y la UEFA se lo permitió. Y cuando el Celta organizó su chárter, ya era tarde para dar marcha atrás sin perder demasiado dinero.
Tocó replantear la aventura y unir al vuelo Oporto-Varsovia otros dos: Varsovia-Kiev y Kiev-Járkov. Obviamente, tanto a la ida como a la vuelta. Si todo va según lo planeado, Berto y Samuel aterrizarán en la ciudad que acoge el partido a mediodía de mañana. Con el hotel situado próximo al OSK Metalist y las entradas, gestionadas a través del club, para la grada donde se situarán el resto de aficionados célticos, los dos peñistas confían en vivir horas tranquilas y felices en Ucrania. Y tras el partido, salida de madrugada hacia Kiev y Varsovia, donde pasarán un día hasta regresar a casa, vía Oporto, ya el sábado.
"Somos jóvenes y nunca hemos acompañado al Celta en Europa. Por eso nos prometimos antes del sorteo que iríamos a este partido de dieciseisavos. Cuando salió el Shakhtar dudamos un poco, pero nos decidimos", narra Berto 24 horas antes de emprender su viaje. El celtista reconoce que será "una aventura" al desplazarse a un país en guerra: "En el momento de sorteo, pensábamos que se jugaría en Lviv y no teníamos ningún temor. Cuando se cambió a Járkov, ya nos dio un poco más de respeto. Pero nos hemos informado y no debería haber ningún problema". En cualquier caso, tiene claro que "una remontada nos compensaría por todo".
Confianza en la remontada
Antes de partir, Berto se muestra optimista para que el viaje no se quede sólo en aventura, sino que acabe siendo una aventura con final feliz. "Yo confío en la remontada. Es obvio que el resultado de la ida es malo y sabemos que nos enfrentamos a un rival difícil fuera de casa. Pero vamos a dar la cara con seguridad y el Shakhtar, pese a su calidad, no demostró ser superior en la ida", apunta. Hoy, inician su primer viaje europeo.n
