Después de dos días consecutivos entrenando con el resto de sus compañeros, Iago Aspas trabajó ayer en el gimnasio, en la última sesión preparatoria de la semana de la plantilla celeste, antes de tomarse dos días de descanso, hoy y mañana.
El delantero moañés empezó a ejercitarse con el grupo el pasado miércoles, por primera vez desde la recaída en la lesión que se produjo el 22 de diciembre en el Camp Nou, y el jueves volvió a realizar el entrenamiento con sus compañeros.
Sin embargo, ayer se quedó en el gimnasio, aunque desde el club no se advirtió de ningún cambio en su proceso de recuperación, por lo que se espera que reciba el alta la próxima semana y que esté disponible para el partido que enfrentará al Celta con el Villarreal el próximo sábado en Balaídos.
Aspas se ha convertido en la gran esperanza del celtismo para intentar conseguir la permanencia, aunque tanto técnicos como compañeros han querido quitarle presión en los últimos días afirmando que la responsabilidad es del colectivo. n
