El Concello dio a conocer ayer el proyecto de remodelación del estadio, que hoy será presentado ante la Federación y sólo se acometerá si Vigo acoge la Copa del Mundo

Así sería Balaídos para el Mundial 2018

El Celta únicamente estuvo representado en la presentación por el responsables de instalaciones y seguridad, Manuel Mariño
La remodelación de Balaídos pasa porque Vigo sea sede del Mundial 2018 ó 2022. El concejal de Deportes, Xabier Alonso, presentará hoy en Madrid ante la Federación la candidatura de la ciudad a albergar la cita con este proyecto como principal argumento. Con esta reforma, el campo vigués pasaría a tener un aforo para 42.381 espectadores. El coste sería de aproximadamente 123 millones de euros y la obra se ejecutaría en cuatro fases grada por grada.
El nuevo Balaídos ha comenzado a cobrar forma. El teniente de alcalde Santi Domínguez presentó ayer el proyecto de reforma del estadio vigués encargado por el Concello, que será acometido sólo si Vigo consigue ser sede del Mundial de 2018 ó 2022, a los que opta España conjuntamente con Portugal. Dicho proyecto es muy similar al anunciado hace dos años. La diferencia principal reside en que se ha adaptado a la reglamentación que la FIFA exige para albergar una Copa d e l Mundo. E n t r e otras cuestiones, se ha elevado el aforo previsto de los 30.000 espectadores iniciales a 42.381. También ha incrementado el coste de la obra. Ahora se sitúa en 123 millones de euros, de los que 104 serán destinados a la propia construcción del recinto y la cantidad restante a las obras de urbanización del entorno de Balaídos.

‘Si no queremos echar al Celta de Vigo, hay que acometer la reforma. Ésta es una oportunidad y no la podemos desaprovechar’, dice Santi Domínguez, principal impulsor de la candidatura


Santi Domínguez no quiere dejar escapar la posibilidad que ofrece la celebración de un Mundial de fútbol en la ciudad, porque, entre otras cosas, la financiación no tendría que ser asumida por el Concello. ‘Optamos a que distintas administraciones colaboren en la reforma tan requerida de Balaídos, que no ha sufrido ninguna remodelación desde el año 1982. Difícilmente se hará si no es alrededor de un acontecimiento de este tipo. La financiación tiene que venir del Estado, la Xunta y la Diputación. El Concello también aportará, pero lo menos posible. Si no queremos echar al Celta de Vigo, hay que acometer la reforma. Ésta es una oportunidad y no la podemos desaprovechar’, dice. El proyecto prevé que la construcción del nuevo estadio se llevaría a cabo en cuatro fases y durararía aproximadamente un año cada una de ellas. Por tanto, el actual Balaídos se derruiría grada por grada (Marcador, Tribuna, Gol y Río, por este orden), lo que supondría que no se paralizaría la competición durante ese período. Para ello, se reubicarían a los abonados en las distintas gradas. Además, también se construirían dos aparcamientos subterraneos. Uno bajo el propio estadio de unas 900 plazas y otro en las calles Balaídos y Val Miñor con capacidad para alredor de 2.000 vehículos.
Xabier Alonso, concejal de Deportes, será el encargado de defender hoy ante la Federación Española de fútbol la candidatura de la ciudad, cimentada en esta ambiciosa remodelación. El proyecto vigués está citado en Madrid junto al resto de posibles sedes. En un primer momento, se habían presentado 19 ciudades, pero alguna, como Salamanca, han decidido dejar la pelea. Si la Península Ibérica acoge el Mundial, España tendrá siete u ocho sedes, por tres o cuatro de Portugal.
Los principales competidores de Vigo son las otras tres ciudades situadas en la zona noroeste: Oviedo, Gijón y A Coruña. Aún se baraja la posibilidad de ser sede conjunta con esta última urbe, como sucedió en el Mundial de 1982, pero no hay novedades al respecto. La primera criba se producirá el próximo 31 de septiembre. El 30 de noviembre los candidatos que sobrevivan tendrán que presentar nueva documentación y el 14 de mayo de 2010 la Federación Española de fútbol dará a conocer los nombres de las ciudades elegidas y que presentará a la FIFA como sedes en su candidatura.



De 30.000 a 42.000


El proyecto presentado ayer es muy similar al que adelantó Atlántico en el mes de octubre de 2007. La principal diferencia es que áquel no estaba pensado para albergar una Copa del Mundo. Por lo tanto, el aforo fijado era para únicamente 30.000 espectadores. Ahora, se ha incrementado a 42.381. Lo que también ha subido es el coste de la obra. La estimación actual lo ha fijado en 123 millones de euros. En la imagen, Balaídos según la reforma de 2007.
Un sistema de gradas replegables permite reducir el aforo a la mitad
El proyecto del nuevo Balaídos, a pesar de estar pensado para la celebración de un Mundial de fútbol, también se adapta a las necesidades del Celta. Lo hace por medio de un novedoso sistema de gradas replegables, que en el caso de ejecutarse finalmente la reforma llegaría por primera vez a España. Este mecanismo reduciría el aforo de los 42.381 asientos previstos a prácticamente la mitad, mucho más acorde con la realidad en la que vive inmerso el equipo vigués. Y es que la media de espectadores durante la pasada campaña fue de apenas 7.000.
El proyecto prevé tres graderios. El intermedio, el de menos capacidad, estaría dedicada a palcos y cabinas de prensa. Por su parte, el superior y el inferior serían los que variarían su aforo.
Con el nuevo Balaídos proyectado también se reduciría la distancia entre el terreno de juego y la grada, además de aumentar notablemente la inclinación de la misma, para así mejorar la visibilidad desde todos los puntos del estadio.
El nuevo estadio también contemplará mejoras acústicas, para así crear un efecto de caldera. Por otra parte, el proyecto también se ajusta a la normativa medioambiental. El agua de la lluvia será recogida y utilizada para el riego del césped. Además, la cubierta del recinto podría albergar paneles solares, como ya cuenta el nuevo estadio de Cornellá-El Prat, en el que el Espanyol disputa sus partidos desde esta nueva temporada.

Hace falta un campo

El Celta únicamente estuvo representado en la presentación por el responsables de instalaciones y seguridad, Manuel Mariño, que insistió en la necesidad de que el proyecto salga adelante. ‘Hace falta un campo. Se nos está cayendo a encima’, dijo.

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