ESPAñA 0-1 ALEMANIA

España cae en el fútbol de serie B

Buen debut de Nolito, al que sólo le faltó el gol, con el empuje incansable de los 25.000 aficionados en una noche de diluvio
photo_camera Buen debut de Nolito, al que sólo le faltó el gol, con el empuje incansable de los 25.000 aficionados en una noche de diluvio

Balaídos vivió dos malas versiones de las últimas campeonas del mundo con triunfo germano por un gol de Kroos

Las dos últimas campeonas del mundo experimentaron ayer con gaseosa en Balaídos. Y tuvo más gas Alemania porque el madridista Toni Kroos marcó casi en el último minuto, aprovechándose de que la incesante lluvia que convirtió el césped en una enorme superficie deslizante y de que Kiko Casilla recordará de forma dolorosa su debut como internacional. España fue de más a menos, dejando toda la creatividad en los pies de un Isco que estuvo, pero no tan brillante como el pasado sábado. Debutó Nolito y las versiones B –o C– de las dos selecciones parieron un partido tan igualado como, por muchos momentos, aburrido. Sus nuevas caras son todavía bisoñas, pero la alemana tiene el rictus de la victoria. En el fútbol de serie B, con nuevos nombres y probaturas varias, la selección cedió en casa ocho años después y otorgando más posesión de balón al rival por primera vez en la era Del Bosque.
España y Alemania estaban ayer en Vigo de incógnito. Por obligación o por devoción, dos de las selecciones que han marcado el devenir del fútbol mundial en los últimos años se transformaron bajo el manto de agua que cayó ayer en Balaídos. Pero con matices: la Roja, básicamente en nombres; el combinado germano, sobre todo de inicio, en nombres y planteamiento.
Erguido sobre su jersei de cuello alto, Joachim Löw no engañó en la previa. Sin muchas de sus mejores piezas de salida (Schweinsteiger, Hummels, Özil, Reus, Neuer, Boateng o Schürrle) y Müller tocado desde antes del primer cuarto de hora de juego (acabaría por ser sustituido por Bellarabi en el 21), la campeona del mundo renunció a ser la dominadora del juego como planteamiento inicial. La idea era que España manejase el balón, que las líneas de cinco defensas y cuatro centrocampistas se defendiesen bien y que arriba alguna contra diese opciones.
Enfrente, España fue ella misma. Aunque con nuevas piezas. Quiso repetir el juego combinativo del pasado sábado ante Bielorrusia, pero Alemania no es Bielorrusia. Porque Isco apareció como ese día, pero los huecos no. Y eso que Morata lo intentó con denuedo siendo un gran referente arriba y ganándole la partida a los centrales germanos con sus desmarques en velocidad que supusieron el mejor argumento ofensivo español en los primeros 45 minutos.
Por la banda izquierda se movió Nolito. El debutante céltico no se arrugó, aunque le costó encontrarse con sus compañeros. Suyo fue el primer disparo a portería de la selección española, un derechazo desde el borde del área que el meta Zieler desvió a saque de esquina.
España tenía el mando que le concedía el balón –y su pareja de mediocentros, Bruno y Busquets–, pero las ocasiones escasearon. Lo intentaron Raúl García e Isco sin puntería y Nolito a punto estuvo de meter la puntera en un barullo en el área tras hacerse un lío los tres centrales alemanes. Por el medio, Götze y Müller sacaron de la nada una pared que demostró que Casillas estaba atento.
A la media hora, la presión española, por momentos de muy alto nivel, flojeó. Y Alemania lo aprovechó. La campeona del mundo sabe qué hacer con el balón cuando lo tiene y les llega a sus jugadores más taltentosos. Apareció Kroos para dar sentido al juego, Khedira avanzó líneas, Götze siguió poniendo el toque y la movilidad de Bellarabi, que entendió mejor que Müller el dibujo híbrido planteado por Löw abandonando la banda izquierda a la que le obligaba el sistema defensivo con rápidas llegadas al área, puso en aprietos en un par de ocasiones al combinado español.
Fue un aviso de lo que estaba por llegar. Porque en la segunda parte, España padeció los cambios realizados, perdió el empuje en la presión y el control del centro del campo –el novedoso dúo Camacho-Bruno no funcionó– y, sobre todo, dejó jugar a Kroos. Con el madridista reinando, Khedira se animó a pisar el área española y el balón se fue a los pies germanos. 
Las dos selecciones carecieron de cualquier atisbo de pegada ofensiva, pero Alemania tenía el partido controlado. En toda la segunda mitad, sólo la inquietó una falta directa lanzada por Nolito (m.58) antes de ser sustituido por Pedro y una remate de este último casi al final tras un buen robo del culé y una buena conducción de Isco (m.81). La inanidad reinaba en Balaídos. La inacción auguraba un empate sin goles que no parecía disgustar a nadie. Pero Kroos, el mejor jugador sobre el campo, movió el marcador. La versión B de España perdió ante la de Alemania. Y Vigo ya no es talismán.

España: 
Casillas (Casilla, m.76); Azpilicueta, Piqué (Bartra, m.46), Sergio Ramos (Albiol, m.46), Bernat; Sergio Busquets (Camacho, m.46), Bruno; Raúl García (Callejón, m.69), Isco, Nolito (Pedro, m.76); Morata.
Alemania:
Zieler; Rudy, Rüdiger, Mustafi, Höwedes, Durm; Müller (Bellarabi, m.22), Khedira (Bender, m.90), Kroos, Volland; y Götze (Kruse, m.83).
Gol:
0-1, min.88: Kroos.
Árbitro:
Stefan Johannesson (Suecia). Amonestó a Raúl García (m.62)
Incidencias:
Partido amistoso disputado en el estadio municipal de Balaídos con más de  25.000 espectadores en las gradas.

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