20 años de la final del calderón

Alejo y Cedrún: "Lo fallé y ya está", dice uno; "me tiré bien", recuerda el otro

Alejo desvela con orgullo que su hijo vigués Iago, del Espanyol, "también tira penaltis"

Alejo Indias lleva la cruz de aquel penalti. Pero la asume con rabia y dignidad, sabiendo que le tocó a él tan ingrato papel porque se atrevió a afrontar el reto y recordando que tanto antes como después de aquel día cumplió como central en el Celta.
Veinte años después, rememora aquel momento. "Tuvimos la mala suerte de no ganar y después llegaron los penaltis. Alguien tiene que tirar, son cinco o más, me tocó a mí y lo fallé y ya está". Y punto. Poco más hay que decir que no se haya dicho ya. "Alguno tuvo su anécdota en aquella final: Cañizares tuvo ocasión de parar algún penalti, a mí me tocó tirar el quinto y lo fallé y el último lo marcó Higuera". Y ya.
En esto del fútbol, su desgracia fue la fortuna de otro, en este caso la de Andoni Cedrún, el portero que detuvo aquel lanzamiento. Y tampoco se para en cuestiones técnicas el aragonés: "Llegó el momento y en el último penalti me tiré bien; si me hubiese tirado a la izquierda, Alejo habría marcado". Remarcando lo obvio de una suerte a la que no hay que buscarle demasiada explicación: "Yo me tiré a la derecha y Alejo tiró ahí". 
Dirigiendo la escuela de fútbol de Sant Andreu de la Barca, Alejo prefiere relacionar Vigo con otros muchos aspectos positivos. El más importante de ellos, que fue la ciudad donde nació su hijo Iago, futbolista en ciernes -central, para más señas- que milita en los juveniles del Espanyol, club en el que lleva cinco temporadas: "Se ha dedicado siempre al fútbol". Y desvela: "También tira penaltis, y ha metido y ha fallado. Como dice todo el mundo, hay que estar ahí para fallarlo. Grandes jugadores como Raúl, Hierro, Maradona también fallaron. Si hubiera metido, el problema hubiera sido para el siguiente que lo tirase".

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