RALLY RÍAS BAIXAS

Alberto Meira sufre una fuerte contusión pero sin gravedad

Alberto Meira, postrado ayer en su cama del centro hospitalario de Fátima.
photo_camera Alberto Meira, postrado ayer en su cama del centro hospitalario de Fátima.

El de Vincios culpa a la grava acumulada de su aparatosa salida

Alberto Meira sufrió en la primera pasada por el tramo de As Neves una aparatosa salida, con vuelco incluido, que no sólo lo obligó a abandonar, sino que dio con sus doloridos huesos en la clínica de Fátima, donde pasó la noche en observación aunque las pruebas a la que se sometió descartó fracturas en las vértebras y en las costillas. Sin embargo, la fuerte contusión sufrida en el costado sí le causa fuerte dolor y hoy pasará nuevos controles para descartar cualquier tipo de fisura.
"Tenía bastantes opciones", se lamentaba ayer el piloto de Vincios desde su habitación del centro médico al pensar en que se le había escapado una oportunidad de ganar el Rías en una edición tan emblemática como la 50, ya que llevaba la delantera en su duelo con Sergio Vallejo. "Tal y como estaban las cosas, podía pelearlo. Pero como se suele decir, en un rally hasta el rabo todo es toro", añadía.
Este percance viene a unirse a un inicio de temporada descorazonador en el Gallego –en la última cita abandonó tras atropellar accidentalmente a un mecánico en el parque cerrado– tras no poder completar el Nacional por falta de presupuesto. "Parece que ha venido a verme una meiga", proclama entre bromas y veras. "Este año sólo nos queda descansar un poco y tomárnoslo con calma", señala.
Lo que tiene totalmente claro es el motivo de su salida de vía en el tramo de As Neves. "Si no me hubiese salido yo, lo había hecho cualquiera que viniese detrás de mí. Me conozco los tramos del Rías a la perfección y no teníamos anotado la cantidad de grava que había en esa curva, que es rápida y todos los años la pasamos en cuarta. Además, es muy estrecha y no tiene salida, por lo que nos fuimos contra una piedra", explica. Meira supone que "la lluvia del jueves hizo caer toda esa grava a la carretera, porque en los reconocimientos previos no nos la encontramos", se lamenta el accidentado.
Quien también tuvo que ser trasladado a Fátima fue el copiloto de Meira, que en el Rías volvía a ser Álvaro Bañobre. Sin embargo, en su caso las pruebas realizadas fueron todavía más concluyentes y fue dado de alta, aunque no se libró de un fuerte dolor en el cuello. Eso sí, sin lesión alguna.
Como queda dicho, Meira será revisado hoy de nuevo por los médicos y, en principio, también podría recibir el alta hospitalaria. El dolor moral tal vez dure más que el dolor físico.

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