Mara Torres (Madrid, 1974), el rostro de La 2 Noticias y una de las voces más populares del programa radiofónico “Hablar por hablar” , regresó a Galicia para presentar su última incursión en la literatura.
Tras quedar finalista del Premio Planeta en 2012 con “La vida imaginaria”, ahora propone un análisis a cómo cambia la vida de los 20 a los 40 años. Con los derechos ya vendidos en Alemania, reconoce estar emocionada con la acogida. Con la esperanza de reencontrarse en unos meses con sus seguidores vigueses, Torres da unas pinceladas de su novela para los lectores de Atlántico.
La historia hace un recorrido por dos décadas de la vida de Miguel, recuperando el día de su aniversario cada cinco años. ¿Por qué este abordaje?
En realidad narra un encuentro que dura 24 horas y en donde se cuenta la evolución de Miguel desde que tenía 20 años hasta la situación actual, con 40. Escogí este momento porque con independencia de la edad, repite escenas y comportamientos similares: fiesta, tarta, felicitaciones... Es algo que da mucho juego. El intervalo de cinco años en esos periodos aporta cambios significativos en la vida de una persona. De los 20 a los 40 son las décadas probablemente más cambiantes de la vida, con las que cualquiera puede identificarse.
El protagonista comparte unas fases de la vida similar a las de cualquier español del siglo XXI. ¿Es el retrato de una generación?
Hay una cita de un personaje, Pecu, que resume muy bien el espíritu de la novela. Dice “hemos crecido pensando en el cuándo, yo prefiero vivir el ahora”. No he querido retratar un país, ni una generación, solo es un retrato sentimental de un personaje.
La llamada de Claudia a Miguel, tras quince años sin verse, desencadena la novela. ¿Es una historia de amor?
Caben muchas emociones, es un carrusel de sentimientos que surgen en las relaciones del ser humano. Es un homenaje a la amistad, lo que me gustaría encontrar en un libro como lectora.
Junto a Claudia y a Miguel, Pecu es otro de los protagonistas. ¿Cuál es su peso en la trama que cuenta?
A Miguel no se le puede entender sin Pecu. Crecieron juntos. Es un personaje muy atractivo porque tiene mucha luz, vive el día a día y apuesta por la libertad. Pero no es una novela de tres personajes. Solo hay una escena donde salen los tres juntos, Miguel, Claudia y Pecu, es cuando van sobre la vespa, que precisamente es la imagen que escogimos para la portada.
En su anterior protagonista, Fortunata, reconoció varios rasgos autobiográficos. ¿Existen referencias concretas en estos personajes?
En Fortunata busqué una compañera, a alguien más imaginativa y divertida que yo, pero en mi mismo estado vital. En esta novela, todo es ficción, no hay ningún personaje que se base en un conocido, pero es cierto, que no la habría escrito, sin lo que me ha ocurrido en los últimos años. Soy todos ellos y ninguno. Los lectores no se identifican con Miguel, pero sienten empatía ante sus circunstacias.n
