El museo acogió ayer la inauguración de “Paixón e cálculo” con noventa obras de su último periodo, comisariadas por Ángel Cerviño y Alberto González- Alegre, que estará expuesta hasta el 31 de mayo.
“En la familia siempre pensamos que algún día llegaría el tan merecido reconocimiento, pero nunca imaginamos que fuera tan perfecto como el que lograron Ángel Cerviño y Alberto González- Alegre; es una exposición hermosa y global de las inquietudes de sus objetivos pintóricos”. Así, Pilar Barreiro Mosquera presentaba ayer la exposición dedicada a su marido, Francisco Mantecón, fallecido prematuramente en 2001.
Reconoció que se emocionó cuando vio la muestra montada. “El Marco es el mejor ‘marco’ para mostrar su obra”, aseguró. Un total de 90 obras, cedidas por colecciones privadas,particulares e instituciones, conforman la exposición que ayer se inauguró en la planta baja del museo.
En cada pintura, el artista busca poner orden en el caos. Compartimenta el espacio en una obra con luz y color: “Desamuebla el espacio, lo vacía y nos choca porque estamos acostumbrados a tenerlo lleno de cosas”, apunta Pilar, explicando la reflexión que hacía el artista “me voy a quedar sin cuadro”.
El hijo de ambos, Marcos, con 27 años, asegura que no está llamado a seguir los pasos de su padre: “Siempre me decía que en vez de manos tenía muñones”. Satisfecho y orgulloso, paseó ayer por las salas entre el universo geométrico creado por Mantecón. “Tengo un cuadro favorito, ‘El pepino galáctico’, es el único que tiene título porque se lo puse yo de pequeño porque era a lo que me recordaba”, confiesa.
Los comisarios apuntaron la posibilidad de completar la visita a Mantecón con la de Uriarte que expone en la primera planta. Es un artista contemporáneo que trabaja con mismos conceptos. “Creo que nunca habría soñado esta coincidencia; hace ya 14 años que falleció y no creo que se planteara que su trabajo iba a tener un eco posterior”, asegura Pilar, que reconoce que él no se identificaba con los postulados de su época “pero estaba convencido de lo que hacía y eso fue lo que le dio proyección”. Marcos considera que “fue un adelantado a su tiempo”
Madre e hijo sienten que Francisco Mantecón sigue con ellos, en los cuadros que cuelgan de todas las paredes de su casa.n
