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Laxeiro a través de miradas actuales

Javier Buján, el comisario de la muestra, explica el diálogo de Laxeiro y los 21 artistas contemporáneos a Teresa Cores, coordinadora cultural de Afundación y al concejal Cayetano Rodríguez.
photo_camera Javier Buján, el comisario de la muestra, explica el diálogo de Laxeiro y los 21 artistas contemporáneos a Teresa Cores, coordinadora cultural de Afundación y al concejal Cayetano Rodríguez.

Tres instituciones, Afundación, Abanca y la Fundación Laxeiro (dependiente del Concello) participan en una muestra que involucra a 22 artistas gallegos: uno, de los años sesenta y el resto, con producciones posteriores a los años 80

nnn La contemporaneidad y la vigencia de Laxeiro queda nuevamente probada con la exposición que ayer se inauguró en la sala de arte del Teatro García Barbón. Bajo el nombre “Laxeiro en conversa” tiende puentes entre la obra del artista de Lalín con 21 creadores gallegos de distintos lenguajes artísticos en activo. “Mi intención era provocar en un mismo espacio diálogos entre Laxeiro y artistas, pero escogiendo conscientemente los que menos relación tienen con su producción”, indicó Javier Buján, comisario de la exposición y director artístico de la Fundación Laxeiro.
Así, inicia el recorrido en una de las capillas expositivas enfrentando la abstracción de Berta Cáccamo y la fusión de técnicas de Tono Carbajo con “O martirio do boneco Ramón”, donde el tenebrismo y protagonismo del negro se convierten en el nexo de unión.
“A pintura galega é universal, de non ser así, non é pintura galega”, el primer dicho que recupera de forma directa el pensamiento Laxeiro para proponer el siguiente diálogo entre su “Hans de Islandia” y piezas de autores del movimiento Atlántica, Menchu Lamas, Manuel Moldes, Xabier Correa-Corredoira y Antón Patiño. Para marcar una inflexión, en la pared contraria luce una única pieza de un joven Ánxel Huete: El neoexpresionismo, la abstracción y el poder cromático encuentran respuesta en Laxeiro.
Continúa el recorrido anteponiendo a un casi fovista Raimundo Patiño con el histriónico “Enterro da marioneta”, donde Laxeiro vuelve a tomar la palabra para asegurar al espectador que  “como ven non teño nengunha regra; a miña imaxinación é libre coma o tempo”. La figuración estudiada de Pilar Álvarez Pablos con su “Aventura de ser mujer” da paso a las formas libres y espontáneas del de Lalín. Así, la siguiente estancia presidida por su leyenda “todo pintor ou creador plástico é sempre un primitivo”, Laxeiro muestra su particular concepto de la figura humana con un autorretrato, el “Asustado” y “El hijo del loco”. Enfrente, Lamazares, Xavier Toubas y Alberto Datas toman el testigo con rostros que buscan lo más ancestral de la humanidad.
El espacio principal de la sala se reservó a la provocación entre la abstracción cromática de Almudena Fernández y Tatiana Medal ante la figuración abigarrada de “Alborada”. Ambas soluciones, antagónicas en una primera aproximación, comparten la filosofía de que sacrificar la cantidad ante la calidad: Menos es más. Algo que se explica con la cita: “Penso que a pintura é unha aventura de cores, eu dígolles a vostedes que vin o mundo a cabalo deles, e hoxe é o día en que aínda estou collendo as súas crines sen saber para onde trotamos el e máis eu”. Enfrente, la pintura de 1963, “Foi un home”, comparte el sentimiento de orfandad con las cabezas en “Europa: terapia puntual”, de Caxigueiro. El último espacio, donde su obra en tinta china comparte atmósfera con Caramés, Úbeda, Matamoro, Barbi y Goyanes, lo introduce un discurso de Laxeiro sobre la libertad desenfrenada del creador, que finaliza agradeciendo su contribución “aos clásicos e aos bárbaros”.
La muestra permanecerá hasta el 15 de julio y estará acompañada por un programa didáctico.n
 

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