CULTURA

Itxu Díaz: "Cocinar es una tortura, pero hay una obsesión con que se haga"

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Su nuevo libro "Aprende a cocinar lo suficientemente mal para que otro lo haga por ti" instruye a los lectores en el arte de escabullirse de los fogones sin complejos pero con mucha gracia.

Escritor polifacético y apasionado del humor literario, el periodista y columnista satírico Itxu Díaz cree que "cocinar es una tortura" y por eso su nuevo libro "Aprende a cocinar lo suficientemente mal para que otro lo haga por ti" instruye a los lectores en el arte de escabullirse de los fogones sin complejos pero con mucha gracia.

"Hay millones de personas en el mundo que no saben cocinar y es importante que sigan sin saber hacerlo", asegura con ironía en una entrevista con Efe, en la que sostiene que "hay una obsesión con que todo el mundo pretenda cocinar... con programas de cocina, libros de cocina y cursos de cocina, pero no hay quien nos enseñe a no cocinar, si es mucho más cómodo".

Itxu Díaz (A Coruña, 1981) proporciona en este libro, aderezado con un estilo inconfundible, las claves para "estropear un montón de recetas, tácticas psicológicas que harán creer a los comensales que eres un psicópata", e inserta este relato en el mercado con el convencimiento de que "le va a gustar mucho a la gente que tenga la cabeza demasiado envenenada con las cosas de la vida, con las crisis, ya que busco que tenga un efecto terapéutico con la risa".

Autor del aclamado tratado sobre el hogar moderno "Yo maté a un gurú de Internet", Díaz reconoce que se estrenó en este nuevo escenario "no gastronómico" por una cuestión "de humanidad", porque creyó que "había un mundo por descubrir", ya que ni tiene que ver con este ámbito, ni ha hecho periodismo gastronómico ni ha trabajado con cocineros, argumenta.

"La cocina es una tortura, lo que pasa es que pues a veces nos divierte, nos desestresa, pero, objetivamente, muy poquita gente cocina por amor a la cocina. Es completamente odioso", añade el escritor coruñés, que asegura que solo "cocina" los artículos que escribe.

El autor de este nuevo tratado para vagos, que saldrá a la venta el próximo 28 de abril, cree, en este sentido, que "es un placer que cocinen los demás" y ve con buenos ojos los concursos televisivos de cocina bajo el criterio de que "es entretenimiento", al igual que los restaurantes "modernos" que son "como ir a un zoológico" donde descubrir gente y sabores, pero en los que "no se come".

Con este libro "ácido, insulso e innecesario", Díaz aspira a que el público se ría con este tema en el que "la cocina es quizás un accidente", y que llega en un momento en el que "todo el mundo publica cosas tan trascendentales y con tanta profundidad en asuntos políticos, ideológicos, y en los que todo es importantísimo".

En este escenario, arguye, el descubrimiento del "churrasquito" por los trogloditas da pie desde el principio a la carcajada, que se contagia con otra explicación acerca de cómo se reconoce la cocina del resto de habitaciones de la casa y para qué sirven sus utensilios y electrodomésticos, y que se torna en desternillante con el estilo del autor en los fogones o "cómo convertirse en un cocinero capaz de espantar de verdad a su familia y amigos".

Itxu Díaz, el autor de este "manual", padece la "enfermedad de escribir", pero la sobrelleva, desvela, con un humor que compartiría con su abuela, a la que está dedicado este libro, y que cree que apostaría por "evitar que siga entrando gente a la cocina, como si esto lo pudiera hacer cualquier imbécil".

"Las abuelas -continúa- cocinan bien y punto. Los demás hacen lo que pueden, con sombrero o sin sombrero, con gorro o sin gorro, o con delantal".

"Para cocinar -concluye- hay que tener cierto poso, y eso no se aprende en ningún lado".

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