Famosos en el Museo de Castrelos

El mural “Misterios do Mar”, de Lugrís, aún con el andamio en las escaleras de Castrelos.
photo_camera El mural “Misterios do Mar”, de Lugrís, aún con el andamio en las escaleras de Castrelos.

Goya y Rubens son dos genios conocidos por el gran público con obra atribuida dentro colección de arte municipal custodiada desde Quiñones de León. Estos fondos, valorados en más de 10 millones de euros, superan las 1.500 obras

La afluencia de turistas en el Museo de Castrelos ha siso máxima durante este puente. Al margen de su ampliación la pinacoteca Francisco del Riego, en el Casco Vello, las salas del pazo siguen conservando importantes muestras de la colección de arte municipal, que compuesta por más de 1.500 piezas, supera en tasación los diez millones de euros.
Sin embargo, entre los visitantes dos nombres llamaron especialmente la atención: Goya y Rubéns. Ambos artistas cuentan con pinturas atribuidas a su autoría por los críticos, que forman parte del legado que Policarpo Sanz hizo al museo en 1935.
En la Sala Dorada,  en el lado derecho a la entrada del pazo, se encuentra la primera obra considerada de Francisco de Goya y Luciente. Inventariado con el número 456, se trata de un pequeño óleo, de 31 x 43 centímetros, llamado “La misa de parida”. Es una secuencia oscura, casi tenebrista.
La segunda pintura, que aparece bajo la firma del genio aragonés es un bosquejo del “Retrato de Carlos IV a caballo”. También en óleo sobre tela, es una pieza inacabada de la que sorprende un rostro sin definir. Actualmente forma parte de la exposición temporal “Divino, profano. Cultos, imaxes e significados”, que ocupa varias salas en el primer piso del pazo.
Dentro de los cuadros de la escuela flamenca, destaca la obra “La Virgen y el Niño rodeada de ángeles”, un óleo de tamaño medio, que luce en la biblioteca de la planta baja. Datado en la primera mitad del siglo XVII, los conservadores, basándose en su estilo y acabado, lo han atribuido a Peter Paul Rubens, uno de los principales nombres del barroco.
Si bien Goya y Rubens son dos de los artistas más conocidos del arte universal, la colección de pintura antigua de Castrelos guarda más de una sorpresa. A modo de anécdota, llama la atención en una de las salas de la primera planta la imitación del estilo de Durero en la reinterpretación de uno de sus autorretratos. Se trata de un óleo sobre tabla, sin autor conocido, que en un primer golpe de vista recuerda al maestro alemán.
Dentro de la escuela francesa del siglo XVIII, los salones de Quiñones de León acogen obras de uno de los mejores representantes de la pintura rococó, Jean François de Troy con “La muerte de Cleopatra” o “La muerte de Lucrecia”.
Siguiendo con la clasificación por escuelas, la italiana consta con un importante elenco de artistas como el florentino Fra Bartolomeo della Porta, conocido por sus natividades renacentistas. En Vigo se le atribuye el óleo  de “La Virgen con el Niño y San Juanito”. Ya de época barroca, destaca el cuadro “La Virgen y el Niño”, que atribuido a Annibale Carraci, supone la respuesta italiana al manierismo, contraria a Caravaggio.
El viaje por el arte europeo de los últimos siglos se completa con el paso por la escuela holandesa, donde los detalles y el paisaje llevan a la esencia de artistas como Beerstraten o Meers.

Últimos retoques al mural de Lugrís

La restauración del primer mural de Lugrís, “Misterios do mar” última los retoques de la pieza instalada en las escaleras del pazo de Quiñones de León. Llevada a cabo desde hace semanas por la empresa Tomos Conservación Restauración S.L., la intervención saneó los daños producidos por las humedad y el polvo con un presupuesto cercano a los 6.000 euros. La intención inicial era continuar con el mural “Mapa de Galicia”, también de Lugrís y situado en el descansillo principal de las mismas escaleras.
Ambas no se tocaban desde la instalación en su ubicación actual, en 2002, después de pasar una década en los almacenes del museo. El Concello adquirió las piezas tras la venta del antiguo Hotel Moderno, para donde fueron encargadas en los años 60 por Cesáreo González. Junto a un tercer mural, “San Telmo” y el cuadro “La habitación de un viejo marinero” conforman la presencia de Lugrís en la colección municipal, que se completa en Vigo con obras en manos privadas como Afundación o Librouro.n

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