VIGO

Doblete en el Marco con María Luisa Fernández y June Crespo

María Luisa Fernández, con la pieza “Artistas ideales”, realizada en 1997.
photo_camera María Luisa Fernández, con la pieza “Artistas ideales”, realizada en 1997.

El museo propuso una exposición retrospectiva en la planta baja y una instalación en el Espazo Anexo

nnn El Marco hizo ayer doblete con dos inauguraciones muy diferentes, en dos espacios con personalidad propia sobre dos mujeres: María Luisa Fernández y June Crespo. En las salas de la planta baja se presenta “je, je... luna”, un acercamiento a las obras de la primera, María Luisa Fernández (León, 1955), realizadas entre 1979 y 1997.  La conforman desde piezas escultóricas, pasando por dibujos e instalaciones 7. 
Comisariada por Beatriz Herráez, es una apuesta por lenguajes artísticos dispares: desde los post del conceptual y el minimalismo a elementos que provienen de los cruces entre los constructivismos y la tradición de la escultura en Euskadi, su lugar de formación. También es frecuente el uso de dobles sentidos y juegos de palabras, así como la crítica a los relatos oficiales de la historia del arte. La artista se mantiene atenta a la influencia que en la década de los ochenta ejerció la recuperación de nociones como autoría, esfuerzo o genius loci, temas que son cuestionados de manera permanente en sus trabajos. En este contexto, Fernández afirma que, además de producir para “tener algo que ver”, es posible trabajar para “tener algo que nos mire y con lo que mirar”, elaborando para ello una serie de modelos alternativos de Artistas ideales que se contraponen en la sala de exposiciones a los retratos de las Figuras de autoridad.
La muestra es un proyecto de Azkuna Zentroa, que tras su presentación en Bilbao llega ahora al Marco. En 1992 María Luisa Fernández fija su residencia en Vigo para incorporarse como docente a la facultad de Bellas Artes. Esta es la primera muestra que revisa su producción desde finales de los 90. 
En el caso de June Crespo, es la artista encargada de cerrar el ciclo  “Intertextual”, que desde hace un año comisaría Ángel Calvo Ulloa. Lo hace con “Kanala”, todo un muestrario de elementos en el reducido Espazo Anezo. La instalación plantea el patrón de una acción llevada a cabo y de su resultado formal. La elaboración manual supone aquí un ejercicio de memoria, de reproducción de una serie de gestos aprendidos que configuran un conducto machihembrado que puede alargarse sin fin. La conclusión es un volumen vaciado, despojado de su núcleo, pero al mismo tiempo abierto. Para esta exposición, Crespo contó con la colaboración de un alfarero de Gundivós, Tomás López, y recibió el apoyo de Xunta como vía para promocionar la artesanía gallega.n

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