vigo

Diálogo de dos grandes en la Montenegro

“Muller en ocre” (1974) y Figura (1959), de Luis Seoane, flanqueando “Las flores del lago” (1950), en el  centro de Eugenio Granell son tres de las piezas de la exposición.
photo_camera “Muller en ocre” (1974) y Figura (1959), de Luis Seoane, flanqueando “Las flores del lago” (1950), en el centro de Eugenio Granell son tres de las piezas de la exposición.

La galería viguesa inaugura hoy una exposición con obra de Luis Seoane y Eugenio Granell, dos maestros del arte contemporáneo gallego con dos lenguajes plásticos personales e individualizados

 “Este es el año de Granell, del que se inaugura exposición en Santiago, y Seoane está de actualidad con muestra del Marco, por lo que consideré que era el momento de  preciso para este montaje”. Así, Víctor Montenegro, director de la galería Montenegro, en Marqués de Valladares, presentó una selección de cuatro dibujos y siete telas de Seoane junto nueve obras de Granell. Proceden todas del fondo de la galería y son piezas conocidas y catalogadas. “Aunque fueron contemporáneos en el tiempo y dos grandes de la pintura, son dos artistas que no tienen muchas cosas en común”.
La propuesta de la galería Montenegro es una exposición comercial, pero al tiempo permite el acercamiento a dos grandes. Establece un diálogo entre dos maneras de entender la pintura e interiorizar las vanguardias. De ambos autores hay muestras de su creación desde finales de los cuarenta hasta la década de los setenta. Una de las primeras representaciones de Seoane es “El pulpo” (1948), un animal lleno de simbolismo para el artista, protagonista aquí de un bodegón popular. Tras pasar por la esquematización y la abstracción  de finales de los 50 y 60, exhibe dos ejemplos de la imagen materna con “Muller en ocre” (1974) y “Traballadoras” (1975). Los trazos seguros y las figuras corpulentas características de la iconografía de Seoane se descubren en los cuatro dibujos que completan el escaparate.
En cuanto a Granell, la influencia del surrealismo se cuela desde la primera obra de la exposición, “La gran solemnidad” (1946), que se afina y simplifica con el paso de los años hasta llegar a “Los gérmenes del aire” (1953). Su estilo sufre una nueva vuelta de tuerca en los setenta, con un abigarramiento de formas y ornamentación con mayor presencia del trazo negro en “Figuras alargadas por algo que sucede” y “La cortina verde”, ambas de 1973. Una pieza curiosa es el dibujo en tinta china sobre papel “Con los brazos en alto”, reproducida en la novela “Lo que sucedió”, firmada por Eugenio Granell.
La exposición permanecerá abierta hasta el 3 de septiembre, de lunes a viernes, de 11 a 13.45 y de 18 a 20.45 horas.n

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