Juan carlos escotet, nuevo dueño de novagalicia banco

Para muchos en Galicia, una sorpresa, para los emigrantes españoles en Venezuela, ninguna. Su trayectoria, trabajo y saber estar marcaron su devenir en momentos muy delicados en lo político y económico de su país. Convirtió bancos quebrados o en dificultades en lo que hoy es su buque insignia, Banesco. El artífice tiene nombre y apellido, Juan Carlos Escotet, hijo de emigrantes españoles. Él es uno de los nuestros y merece aprecio, respeto y consideración.
Fue un estudioso analista del desastre bancario ocurrido en Venezuela en los años 90. Su puesto privilegiado en la Bolsa de Valores fue creando confianza y referencia hacia su persona de pequeños y medianos inversores. Así se iniciaría ne la banca, comprando pequeños bancos, en problemas o quebrados, culminando con la compra del Banco Unión, el banco emblemático de la colonia gallega y judía, para fundar Banesco. Su éxito está ligado a la independencia política, que demostró los últimos años, el buen hacer y la seriedad administrativa, que enamoró a mucha gente. Así se internacionalizó en EE.UU., y varios países latinoamericanos, hoy en Galicia y bienvenido sea, como referencia para nuestro progreso y bienestar.

Paliar el lastre político que recibe de herencia, no será fácil. Y deberá poner en escena, muchas de sus cualidades, entre ellas la sensibilidad social, hoy muy menguada aquí y a ello quiero referirme. Compra ud. un banco, que echó por tierra la confianza de todos los gallegos, que ni siquiera sus protectores políticos fueron capaces de recuperar.

Quiero referirme a los atrapados en Preferentes y Subordinadas, el calvario a que están sometidos no tiene justificación y debe ser una prioridad, aclararlo antes de tomar posesión del Banco. Son miles los gallegos atrapados y donde no faltan los emigrantes retornados, que confiaron sus ahorros y fueron engañados, con esas prácticas nefastas.

Todo lo demás suena a especulación mediática del por qué un Venezolano. Quienes sí recordamos lo vivido y escuchado en Venezuela, cuando llegó el Santander, o el BBVA. Ellos llegaron sin licitación pública, protegidos y avalados por Carlos Andrés Pérez, que sin duda fue un error. Ud. compra compitiendo en igualdad de condiciones y en subasta pública. Quiero creer también, sin muleta política, y eso lo avala ante todo el país y crea confianza.

Solo me queda desearle suerte. En este nuevo trance de su carrera empresarial. Enorgullece a nuestra colonia emigrante, que a pesar de maltratos y desprecios terminamos invirtiendo nuestros ahorros en nuestra tierra. Yo sé que el dinero no es compatible con los sentimientos, pero sí es proclive a buscar refugio donde haya seguridad jurídica y paz social. Quizás sea esto, lo que le obliga a buscar nuevos rumbos. Es nuestra historia emigrante, que se repite cada cincuenta años. Ayer, buscando donde trabajar y poder ganar algún dinero para subsistir. Hoy, buscando dónde invertir con seguridad lo poco ganado y ahorrado, con tanto sacrificio.

SUERTE DE TODO CORAZÓN, COMPATRIOTA.

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