El agua provocó problemas en la piscina municipal, el cierre de viales y el rescate de vecinos en Moreira
El Tea empezó a crecer sobre las cuatro de la madrugada del viernes y no paró hasta casi 24 horas después, y en todo ese espacio de tiempo, la lluvia no paró de caer sobre Ponteareas, provocando la segunda crecida del río en poco más de un mes (la anterior fue el 7 y 8 de enero).
La de ayer, fue peor que la primera. Provocó más daños y anegó más zonas llegando incluso al vial Ponteareas-Alxén, que a la altura de la parroquia de Nogueira fue cortado al tráfico.
En el barrio de San Roque, a la altura de A Ponte dos Remedios, las aguas del río alcanzaron los arcos más bajos y quedaron a tan solo 40 centímetros del central, el más alto, además de anegar el parque de recreo a orillas del río.
En A Freixa, por Bugarín, la riada subió hasta las inmediaciones de la depuradora. Inundó campos y rodeó viviendas.
Al molino de Antonio Palacios 'O Catavento', le llegó el agua hasta la mismísima puerta. Y a media tarde, la piscina municipal se vió afectada por la subida del río y tuvieron que acudir los bomberos, que también se desplazaron en zódiac hasta las zonas inundables de la parroquia de Moreira (Ponte das Partidas), donde hay unas 15 familias que viven allí todo el año, para rescatar a un vecino que se quedó aislado en su vivienda sorprendido por la rápida crecida del Tea, que llegó incluso a anegar la planta baja del conocido restaurante O Rei do Bacalao y se tragó literalmente el campo de fútbol. Por fortuna, según apuntaban algunos vecinos a este diario, "esta vez hubo suerte porque el regato próximo a la zona estaba limpio y así no se acumuló más agua y se evitaron más inundaciones".
También por causa del desprendimiento de tierra de un talud sobre la A-52, a la altura del PK: 270, dirección Ourense, a media mañana fue necesario vallar un carril de circulación.n
