¡Estamos felices! -aseguran los vecinos de la urbanización de As Garzas que ayer presenciaron con satisfacción el sellado del polémico tanque de tormentas que la Xunta instaló frente a sus viviendas. "Compré junto al río por la belleza del entorno y de repente nos querían meter aquí un pozo negro" -dice Carmen Barros que vivió momentos amargos.
Operarios municipales provistos de una excavadora y desbrozadoras limpiaron, enterraron y allanaron el terreno. La semana que viene se vaciarán encima dos camiones de tierra y se procederá a la plantación de árboles autóctonos que dejarán totalmente acondicionada la zona.
El alcalde, Francisco Ferreira, declaró que el sellado es "una medida cautelar para salvaguardar la salubridad y la integridad física de los vecinos, sobre todo personas mayores y niños, ya que la fosa estaba en un terreno accidentado y sin vallar. Asimismo, Ferreira invitó a Xunta y Augas de Galicia a buscar una ubicación alternativa, río abajo, donde no afecte a las viviendas. En caso contrario "vanse atopar de frente co goberno municipal".n