Los fuegos, que seguían activos a última hora de ayer, arrasaron más de 350 hectáreas
"Pronto empezamos este año con los incendios", comentaba ayer a este diario un vecino cercano a la zona cero de los incendios de Ribadetea y Padróns, dos parroquias de Ponteareas distantes entre sí ocho kilómetros. Ayer, a causa del fuego, ya habían ardido más de 350 hectáreas y los ocho helicópteros desplazados al lugar, no daban abasto. De hecho, una densa humareda cubría las próximidades de la N-120, en el cruce con la carretera hacia Mondariz. Humo que también era visible desde el Aeropuerto de Peinador.
Los vecinos pasaron horas de mucho 'estres' porque las llamas cada vez se acercaban más a las viviendas. Y gracias a la intervención de los efectivos contra incendios, afortunadamente no fue necesario desalojar los barrios de Cillarga y Mouro.
Todo parece apuntar que hubo intencionalidad en ambos fuegos puesto que se detectaron varios foco, algunos incluso que no llegaron a prender. El incendio de Padróns comenzó sobre las 22,30 horas del lunes. Y en su extinción trabajan un técnico, 3 agentes forestales, 11 brigadistas, 9 motobombas y una pala, además de la colaboración de los bomberos de Ponteareas que permanecieron toda la noche al pie del cañón. El de Ribadetea se inició sobre las cuatro de la madrugada, y como el anterior, seguía activo a última hora de ayer. En su extinción trabajan 3 agentes forestales, 3 brigadas y 2 motobombas. Y el fuerte viento reinante fue durante toda la jornada el gran enemigo, dificultando seriamente la intervención contra incendios.
"Estamos asombrados y angustiados por esta ola de incendios tan cercanos a las casas". El domingo, "hubo más de seis conatos de fuego en Guláns", explicaba el vecino. Y de hecho, un retén de bomberos de Ponteareas subía ayer por la mañana al alto de Couso para seguir manteniendo vigilada la zona.n
