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Redondela celebró su carnaval bajo el sol de agosto

Disfraces, música y fiesta invadieron las calles en un evento que volvió a reunir a miles de participantes con ganas de pasarlo bien

nnn Fantasía, humor y muchas ganas de pasarlo bien se dieron cita ayer en el carnaval de verano de Redondela. Van ya diecinueve años en que los disfraces toman las calles en el penúltimo fin de semana de agosto y miles de personas acercaron, para lucir sus mejores galas.
La fiesta, que implica al Concello, comerciantes y vecinos, surgió hace casi dos décadas de manera espontánea, cuando un grupo de amigos de la zona se disfrazaron medio en broma y animaron a los demás a trasladar las tradiciones propias del invernal carnaval a una cálida jornada de verano.
Este año, se hizo hincapié en el carácter familiar, programando actividades para los más pequeños de la casa que contaron con una zona infantil con música y talleres. Esta oferta convivió con la fiesta  más orientada a los jóvenes, donde también hubo escenas de botellón.
Durante toda la tarde, el centro se convirtió en un hervidero de música, desfiles y actos lúdicos. Así, la fiesta invadió las plazas de O Concello, de Ribadavia y la de la Casa da Torre, recorrió el paseo da Xunqueira y las calles del núcleo urbano.  
Aunque los más madrugadores exhibieron sus disfraces ya por la mañana, las actividades programadas de manera oficial dieron inicio a las 17 horas y, poco después el grupo de percusión Trópico de Grelos inició su recorrido por las calles de la villa para amenizar la fiesta.
 Una hora más tarde, la aglomeración de gente comenzaba a ser importante con propuestas de lo más variopintas, desde las comparsas con cuidados disfraces hasta grupos de amigos que acuden con ropajes reciclados.
Con el ambiente ya caldeado y la atmósfera carnavalera a pleno rendimiento, el pasacalles El mundo del Circo anunciaba la oferta escénica en el recinto de la feria. Tras música a cargo de New York y Rodri Vegas con La Ricura, llegó uno de los momentos más esperados: el VI Festival Drag Queen, que presentado por Cristian, se convirtió en un escaparate de fantasía y glamour sobre el escenario. Para finalizar la velada, las K-narias se unieron a los artistas para contribuir al baile en una fiesta que se prolongó hasta la madrugada.
A un año de cumplir las dos décadas, este evento que comenzó siendo un festejo local entre los vecinos, aumentó. El carnaval del verano pasó a ser una fiesta de barrio, en la que participan todos los redondelanos, sin importar la edad, a convertirse en una cita obligada para gente que llega desde distintos puntos de la geografía gallega. 
Como mandan las normas de Don Carnal, en esta celebración, trasladada al verano, no existen normas, ni se rigen por lo “polícamente correcto”, por lo que durante el carnaval no se existió control del ruido en las calles. Para ello, el Concello publicó un bando en el que se decretó la suspensión provisional de la ordenanza municipal de protección del medio ambiente contra la contaminación acústica. Hoy, Redondela tardará en despertar tras los “excesos” del carnaval.n

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