El pleno rechazó prorrogar a la actual empresa y el Ayuntamiento deberá presentar una propuesta para el pliego de condiciones que regulen los próximos años del centro
nnn El centro de deportes acuáticos de Chapela regresa a la actualidad tras la negativa de los grupos de la oposición a apoyar en el último pleno la prórroga de la concesión de estas instalaciones a la empresa que la explota desde hace tres años. El plazo finaliza en el mes de junio del año que viene, tiempo del que dispone el equipo de gobierno para encontrar una solución que ermita mantener abierto este centro que ya se inauguró en medio de la polémica tras gastarse casi cinco millones de euros en su construcción y de ser inaugurada por el alcalde socialista Xaime Rei antes de que estuviera operativa.
Está previsto que se presente ante la comisión de Interior un nuevo pliego de condiciones para que la explotación del centro acuático de Chapela salga a concurso público. Una opción que fuentes municipales consideran como la única factible al descartar los informes técnicos del secretario municipal y del interventor la posibilidad de que estas instalaciones sean remunicipalizadas.
El principal escollo que se enfrentaría el Ayuntamiento de Redondela a la hora de recuperar la explotación de la piscina es la ley actual, que impide a los consistorios contratar más personal y pone numerosas trabas a la posibilidad de crear empresas para la gestión de servicios. Ante esta situación legislativa, la única salida “es que sea adjudicada por concurso público a aquellas empresas que puedan estar interesadas”, señalan desde el equipo de gobierno popular.
La puesta en marcha de estas instalaciones en abril del 2013 no fue fácil. Fueron necesarias tres tentativas para que la actual concesionaria se hiciera cargo de su explotación.
En el primer pliego de condiciones se exigía a la concesionaria que se hiciera cargo de la instalación por un período de cuarenta años y asumir una inversión cercana a los dos millones de euros para construir un "spa", la cafetería, la maquinaria del gimnasio y la urbanización del espacio que ocupaba el club de remo. El concurso quedó desierto.
El segundo pliego renunciaba a gran parte de aquellas condiciones, pero no se logró ningún concesionario.
En el tercero, aún en vigor, se reducía el tiempo de la concesión a cuatro años ampliables a otros cuatro y se asumía un compromiso municipal para colaborar económicamente en los gastos de determinados consumibles. n
