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"Hay mucho apego al sillón pero yo no lo tengo, hay que dejar paso a nuevas ideas"

Jesús Fernández en un acto con Nava Castro, de la Xunta.
photo_camera Jesús Fernández en un acto con Nava Castro, de la Xunta.

El próximo día 27 el pleno de la Corporación municipal de O Rosal aceptará la renuncia como alcalde de Jesús María Fernández Portela, del Partido Popular, a petición propia y pasará el bastón de mando a su número 2, que será una alcaldesa, un hecho tan excepcional que él justifica de forma sencilla: se retira por cumplir 65 años, edad de jubilación.

Lleva de regidor desde 1999, con cinco mayoría absolutas consecutivas.


Explíquenos su renuncia, es algo extraordinario que lo haga y más sin finalizar su mandato.
Los alcaldes agotan el mandato pero yo consideré que la edad para dejarlo son los 65, que cumplo el 30 de enero. Lo tengo hablado con mi gente desde hacía tiempo, que me jubilaba. 


¿Le gustaría que se convirtiera en un precedente?
Hay que dejar gente nueva e ideas nuevas y dar paso al relevo, llevo 20 años en la política municipal y hay que empezar a pensar en otras cosas. Hay mucho apego al sillón y yo no lo tengo, siempre fui consciente y consecuente. La gente debe dejar paso y no tener apego al cargo para quedarte hasta que te echen. Mejor una retirada a tiempo. El pueblo puede resolver muy bien su futuro.


¿Qué le dicen sus vecinos?
Hay de todo, la gente lo entiende, lo aceptan, es normal llega la edad de jubilación y hay que ser consecuente y consciente. Hay que estar al 100 por cien  y con los años pierdes algo de fortaleza y uno necesita atender a la familia, yo ya soy abuelo, hay que descansar, tomar la vida con calma, no vas a resolver todos los problemas, eso seguro.


¿Se lo recomienda a otros alcaldes?
Cuando se debe hay que hacerlo. Hay que valorar la situación de cada uno y yo lo tenía muy claro, hay gente que sigue en el gobierno hasta que les echan.


¿Qué le quedó por hacer en O Rosal?
Siempre quedan cosas por hacer, alguna no salen con la rapidez que uno quiere, y si es por eso nunca lo dejarías, unas más fáciles y otras más difíciles, son cuestiones que no dependen de uno mismo, como los plazos, los adjudicaciones, el presupuesto de otras instituciones. Una de ellas es el PGOM, hubo problemas con la empresa que pasó a situación concursal, y habrá que esperar otro año mas.


¿Y qué le gusta dejar como herencia de su largo mandato?
Retirarme con la conciencia muy tranquila, haber intentado resolver los problemas de los vecinos siempre que pude. Algunas quedan por el camino, pero tengo la satisfacción de haber atendido las demandas y buscar soluciones. Y luego hay montones de obras...


Y el asunto de las preferentes.
Eso fue un paréntesis, aunque no me correspondía a mí. Fue un problema que hubo que afrontar. Lo peor fue el comportamiento vecinal, una injusticia contra mí.


¿Y qué hará ahora?
Descansar, atender a la familia. Habrá que buscar alternativas, no puedes pasar de muchas cosas a nada, hay que llenar huecos. Ya veremos como va. 

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