CATÁSTROFE EN TUI

Indignación entre los afectados: “Queremos nuestras casas”

Los vecinos damnificados por la explosión de Paramos muestran su desolación y rabia durante la reunión celebrada en el centro social de Guillarei y El detenido, Francisco R., ayer a la salida del juzgado de Tui
photo_camera Los vecinos damnificados por la explosión de Paramos muestran su desolación y rabia durante la reunión celebrada en el centro social de Guillarei y El detenido, Francisco R., ayer a la salida del juzgado de Tui

"Queremos nuestras casas", claman los 300 damnificados, que  muestran  su rabia y malestar por la compleja y lenta burocracia tras una tensa reunión con concello y Xunta, que les exigen adelantar el dinero,  proyecto de obra y declarar las ayudas.

“Yo venía aquí  a comentarles que perdí mi casa,  y creí que me dirían que no me preocupara que fuera al ayuntamiento y que me lo arreglaban, pero no, resulta que tengo que adelantar dinero para un proyecto, pedir una licencia... Queremos una solución”. Así se dirigía a los representantes municipales de Tui y del Instituto Galego de Vivenda e Solo uno de los cerca de 300 afectados que ayer se dieron cita en el centro  social de Guillarei en una reunión para  abordar las ayudas tras la catástrofe. No fue el único testimonio en esa línea.


Los innumerables y complejos pasos a seguir para poder optar a las subvenciones y la rehabilitación de sus casas provocó mucha indignación y rabia y momentos de enorme tensión que obligaron incluso a intervenir a los sanitarios para atender a una de las asistentes, una mujer que lo perdió todo y que tiene a su hija en el hospital con quemaduras. 


En la reunión, tanto el alcalde como los responsables de Vivenda explicaron a los vecinos que deben emitir una comunicación previa, solicitar una licencia de obras en cada caso y un proyecto para optar a las subvenciones. “No somos los más ágiles en cuanto a licencias, pero vamos a intentar serlo en este caso”, decía el alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín. 


Los responsables allí presente  informaron de que las obras se pueden comenzar antes de las inspecciones del técnico municipal sin embargo las soluciones aportadas no gustaron porque “son complicadas y lentas y estamos debajo de un puente”, gritaba un vecino.


Así, pidieron al gobierno municipal la declaración de zona catastrófica y una oficina única para tramitar todas las ayudas. 


“Un cabrón nos quitó la casa, él debe pagarla o quien sea yo no soy responsable”, gritó otro afectado, impotente ante las respuestas insatisfactorias de Xunta y Concello.


Las ayudas estipuladas son para las personas que hayan sufrido daños en su vivienda habitual de un total de 109.000 euros, mientras que para la segunda vivienda, 43.000. 


Los vecinos solicitaron lonas para cubrir los tejados, que fueron repartidas ayer, así como contenedores para los escombros y una fecha concreta para poder acceder a las viviendas que están precintadas. La falta de una solución inmediata les llevó a organizarse por su cuenta con abogados.n

Te puede interesar