Estará en Gondomar hasta el jueves para regresar al centro de alto rendimiento en Madrid
La joven deportista gondomareña Desirée Vila, de 19 años de edad, estuvo estos días en la zona promocionando su libro recién editado “Lo único incurable son las ganas de vivir”, por ello ayer acudió a una sesión de firmas de dos horas de duración en El Corte Inglés. Una historia cuyo protagonista es la superación vivida en sus carnes y que tardó dos años en dar forma. Ella lo transmite, y muy bien, no dudó en acudir a entrevistarse en pantalón corto.
Vila tenía un futuro prometedor como gimnasta de élite pero una mala caída, que se saldó con la rotura de su pierna derecha, y una negligencia médica truncaron sus planes de futuro. Las ganas de salir adelante hicieron que tan sólo tres años después de que le amputasen su extremidad inferior derecha se encuentre en el centro de alto rendimiento de Moncloa en Madrid, en donde se está preparando para las olimpiadas de Tokio en 2020. Pese a que la modalidad que practicaba hasta el momento en que sufrió el accidente era la gimnasia rítmica en pocos meses se ha convertido en toda una atleta, ahora practica salto de longitud y los 100 metros.”Me llamaron en enero empecé a probar y me gustó, con lo que decidí presentarme al campeonato de España y lo gane”, explicó. Ante tan buenos resultados lo demás vino solo, recibió una llamada del centro y le propusieron entrenar allí y pese a que aunque no está clasificada para los juegos tiene muchas posibilidades de conseguirlo. “El objetivo es ir al europeo, de ahí al mundial y si todo va bien ya me centraré en 2020”, añadió. Ahora mismo reside en la capital a la espera de conseguir la beca Blume, para deportistas de alto rendimiento.
La gondomareña se tomó esta semana de descanso, el lunes y ayer martes lo dedicó a promocionar su libro que salió al mercado el 5 de junio, hoy y mañana los pasará con su familia residente en la Condal. El viernes retomará su entrenamiento en la capital con sesiones de una hora de ejercicios de rehabilitación para potenciar la técnica y 30 minutos de “caña”. No descansa ni en domingo ni en verano, deja de entrenar el día previo a una competición. Vila estudió durante dos años Turismo en Inglaterra, y debido a que los planes no son convalidables entre los dos países se vio en la obligación de congelar la titulación a la espera de regresar para cursar el último año. Estuvo de Erasmus en Malta, ahora en Madrid va a cursar relaciones internacionales. “Me gustaría entrar en la Rey Juan Carlos, pero probaré también en la Carlos III y en la Complutense”, añadió. n
