Las tropas anglo-holandesas se encontraron con los vecinos en el 315 aniversario del episodio
Igual que el nacionalismo catalán celebra el 11 de septiembre una derrota, en Rande se ha convertido la batalla en motivo para una celebración, que ayer consumió su primera jornada con el desembarco en Cesantes la plata de Indias y de las tropas anglo-holandesas, lo que concuerda bastante más con la historia -el año pasado se hizo en la playa de Arealonga- y que parece acercarse al concepto vikingo de Catoira, una de las fiestas de mayor éxito del panorama gallego. La versión redondelana es otoñal y tardía, a las ocho pero concuerda más o menos con lo sucedido en octubre de 1702, si bien toda la plata fue desembarcada. El acto se inició con retraso pero estuvo bien desarrollado, con vestimenta de época y participación vecinal. La asociación de Rande lleva varios años empeñada en convertir la famosa batalla en un estandarte y suyo fue el logro de convertir las ruinas de la Fábrica del Alemán en Meirande, el aula de interpretación, que va camino de ser también un museo con piezas propias. No obstante, lo más llamativo son las salas recreadas del interior de un galeón. Xurxo Constenla, arqueólogo y él mismo residente en Rande, fue el impulsor de Meirande, que hoy mismo se celebrará una jornada de puertas abiertas desde las 10 de la mañana. Como platos fuertes a las 12 una concentración de barcos tradicionales y teatralizaciones por vecinos y el grupo Escuadra 17. n
