La empresa viguesa propietaria espera un acuerdo que permita la rehabilitación del histórico edificio
A. Metropolitana
El proyecto contemplaba el inicio de toda la actuación en dos años
La reforma integral y rehabilitación del Monasterio de Oia parece de nuevo atrancada y los planes trazados por la empresa viguesa Residencial SA, propietaria desde hace diez años del histórico edificio, de nuevo frustrados y aplazados "sine die". El portavoz de dicha firma, impulsada por la compañía también viguesa Kaleido de consignaciones, explicó que hace unos días mantuvieron una reunión con la nueva alcaldesa, Cristina Correa, del PP, que accedió al cargo tras una moción censura el pasado mes de noviembre, y ésta dejó claro que no dará un paso adelante si no se solventan dos asuntos claves: abastecimiento y un plan para encontrar una solución al alcantarillado. Mientras tanto, el proyecto seguirá como hasta ahora, paralizado, y el histórico cenobio benedictino sin poder iniciar la reforma ni tampoco en disposición de hacer visitas a su interior, donde hay zonas en ruina absoluta.
Preguntada por este diario, Cristina Correa confirmó dicha respuesta y señaló que su planteamiento pasa por mantener un encuentro con el delegado de la Xunta y responsables de la Diputación Provincial para ver las posibilidades de que ambas instituciones, o al menos una de ellas, pueda apoyar al pequeño ayuntamiento de Santa María de Oia, que con apenas 3.000 habitantes no tiene capacidad para afrontar unas inversiones como exige el proyecto de Residencial Oia, que prevé convertir el monasterio en un hotel con spa y un centro para convenciones o para dar clases intensivas de idiomas, entre otros usos.
La alcaldesa advirtió de que aunque el ayuntamiento quiere apoyar el proyecto para el monasterio, no puede dar autorización municipal. "El problema son las infraestructuras, no se puede dar licencia sin servicios", explica Cristina Correa. Las cifras que maneja la regidora son contundentes: a día de hoy la capacidad de abastecimiento del ayuntamiento es de 500 metros cúbicos al día, y ahora mismo se consumen en el centro de salud. Y el monasterio necesitaría 600 al día para poder funcionar con normalidad. "Los datos son claros y no podemos ir más allá sin tener respaldo de la Xunta y la Diputación. Necesitamos su colaboración", insistió la alcaldesa, quien señaló que la realidad es que el Concello de Santa María de Oia no tiene capacidad económica para afrontar una inversión así. "Necesitamos ayuda de las instituciones", advirtió.
